Indeleble

Capitulo 6

Solo somos amantes apasionados
Con problemas debajo de las sabanas
Nada peor que cuando supiste que era el final

Solo necesito un poco de tu tiempo, un poco de tiempo
Para decirte todo lo que nunca dije
Solo necesito un poco de tu tiempo, un poco de tu tiempo
Para mostrarte que no estoy muerto

Por favor no te vayas, quédate en la cama
toca mi cuerpo en lugar de otro
Te haré sentirlo, ¿puedes sentirlo?

A Little Of Your Time, Maroon 5

Zoey había estado mirando por la ventana del auto cerca de una hora, sin en realidad intervenir mucho en la conversación que Ben y Caroline tenían sobre lo que harían al llegar a la playa.

Claro que había sonreído a su hija y contestado lo mejor posible a sus preguntas, pero no se sentía capaz de controlar todo lo que sentía, no con Ben justo en el asiento de al lado conduciendo hacia un fin de semana vacacional juntos.

La realidad es que aun estaba enojada con el y con ella misma.

Había estado furiosa por haber emocionado a Caroline sabiendo de cierta forma era la única manera de que ella aceptara la descabellada idea de viajar juntos, lo cual jamás habían hecho, ambos habían viajado con su hija, siempre por separado. La realidad es que el sentimiento de haber sido embaucada por Benedict había ido menguando al observar la sonrisa de Caroline y sus ojos brillantes mientras hacían la maleta

Lo que la llevaba al motivo por el cual estaba furiosa consigo misma, el viaje era un regalo para su hija y lo que había pasado entre Ben y ella estaba haciendo que Zoey lo arruinara, que su actitud no le permitirá dar todo de si a su hija, lo único que siempre había querido.

No se dio cuenta en que momento se quedo dormida con la mejilla contra el cristal, el sonido de voces fue filtrándose en su subconsciente, parpadeó varias veces hasta que la luz del medio día la hizo hacer una mueca frunciendo el ceño, el viaje en autopista hasta la costa era de solo cinco horas.

Se dio cuenta que las voces provenía de su hija y su padre, ambos cantando a todo pulmón canciones para niños de un disco que no reconocía del todo, Ben debía haberlo comprado, el se dio cuenta que había despertado mirándola con una media sonrisa mientras seguían cantando, Caroline entonaba y el desentonaba haciéndolos reír a ambas, Zoey se prometió en ese momento dejar de lado lo que fuera que pasara entre ellos, y hacer de ese fin de semana, algo inolvidable para su hija.

Para su sorpresa la reservación hecha por Benedict no había sido dos habitaciones, sino una pequeña cabaña del complejo hotelero, tenía dos habitaciones, cocina, sala, un baño  enorme y un tramo de playa completamente para ellos

Caroline recorrió toda la cabaña y después salió hacia la playa mientras el empleado del hotel dejaba sus dos únicas maletas, Ben lo despidió mientras Zoey miraba hacia la playa a través del gran ventanal de la estancia, cuidando de que su hija no se alejara demasiado, lo cual no había hecho, se había detenido solo a unos dos metros, jugueteado con la arena entre sus dedos.

-Se mira feliz-, dijo el a su espalda, ella se giró mirándolo con una sonrisa tenue.

-Si, estaba muy emocionada-, le dijo mientras el daba un paso, su cuerpo se tensó e instintivamente se alejó hacia las maletas.

-¿Puedes ir con ella mientras ordeno la ropa?-, preguntó en voz baja sin mirarlo, casi saltó cuando su mano fue rodeada por la de Ben.

-Vamos a jugar con nuestra hija-, propuso jalándola suavemente y después de un instante, ella se dejó llevar.

Cuando por fin regresaron a la cabaña su ropa de viaje estaba casi completamente mojada, Caroline reía y reía mientras perseguía a Ben. Zoey se había rendido mirándolos sentada en la arena, se ducharon rápidamente y salieron para una comida tardía en el buffet del hotel

Ben observó el perfil de Zoey mientras el espectáculo terminaba, sus ojos recorrieron los rasgos que le parecían tan familiares mientras su estomago se encogía al recordar las palabras de su hija que ahora estaba dormida entre sus brazos, con su carita recargada en el hombro.

Caroline se había acomodado en esa posición sentada en su regazo, había visto casi todo el espectáculo y luego sin previo aviso le había murmurado al oído.

-Adivina papi-, le dijo

-Adivino-, le respondió el con una sonrisa.

-Ya tengo papas normales-, le susurro abrazándolo.

Regresaron a la cabaña en silencio, Benedict sabía que prácticamente había obligado a Zoey a venir, pero igualmente sabía que ella era feliz mirando a Caroline feliz y su hija no había parado de sonreír desde el día anterior.

Entró en la habitación que Zoey había elegido para ellas y recostó a la niña sobre la cama, al girarse la madre de su hija los miraba con demasiados sentimientos en sus ojos caramelo.

Ben deseó ir hasta ella y besarla, deseó contarle las palabras de Caroline y la forma en que lo hicieron sentir, sobre todo deseo hacerla feliz, hacer que sonriera tanto como lo había hecho con su hija.

Ella lo miró un momento antes de desviar sus ojos, el sabía que de presionar ahora la perdería y eso le era imposible, además necesitaba pensar, sentía que su vida se estaba moviendo y quería tener los pies bien firmes en la tierra cuando el movimiento se hiciera vertiginoso.

Caminó hacia la puerta y se quedo aun paso de ella.

-Buenas noches Zoey-, susurró besándole la mejilla, antes de que ella pudiera hacer nada se alejó y salió de la habitación sin decir nada mas.

Zoey conocía de primera mano la debilidad de su hija por las compras, así que no le parecía extraño que los trajera de un puesto a otro en el pabellón que había dentro del compuesto turístico, artesanías, bisutería y vestidos de tejidos coloridos se extendían ante sus ojos.

Ben ya le había comprado dos collares cuando Zoey miró el vestido de niña, era blanco con un encaje en la cintura y falda amplia que terminaba con una banda de delicadas flores amarillas.

Caroline lo amó solo de verlo, ella había decidido comprarlo incluso antes de que Ben le preguntara a la vendedora por la talla para su hija y después para su sorpresa, preguntara si había un vestido igual para Zoey.

Al final madre e hija tenían vestidos idénticos.

Pasaron el resto de la mañana en la playa y después fueron hacia las albercas del hotel, Zoey miró a su hija sobre los hombros de Ben mientras le lanzaban una pelota de aire.

Admirarlos hizo que todos los sentimientos que la habían apresado los días anteriores desaparecieran y solo quedo una sensación calida contra su pecho, una sensación de estabilidad y felicidad, era como si su lugar fuera ahí exactamente, con ellos, juntos.

Regresaron a la cabaña para arreglarse e ir a cenar, la mirada en los ojos de Ben al verlas con sus nuevos vestidos la hizo sonreír y acelerar su corazón.

Había amor, protección, y felicidad en los ojos verdes.

El arreglo del buffet para la cena era diferente en esa ocasión, las mesas habían sido colocadas en forma circular para dejar una pista de baile en el centro, un dúo a guitarra acompañaba la puesta del atardecer.

Zoey miró varias parejas bailando mientras las personas en las mesas disfrutaban de la música.

Zoey escuchó los murmullos y los pequeños suspiros de entre las mesas, pero ella solo veía a su hija en brazos de Ben mientras se colocaban para bailar a mitad de la pista improvisada, habían terminado de comer y el solo se había levantado y le había pedido a Caroline su primer baile.

Ella había sonreído ampliamente y asentido con la cabeza repetidamente.

Mirándolos ella no pudo negarlo mas, al menos no a si misma. Ella amaba a Benedict, quizás lo había amado por años, un sentimiento totalmente dormido hasta que Tom había llegado a su vida, el rechazar a alguien que te ofrece todo, era una buena prueba de que ella no solo veía a Ben como el padre de su hija.

En su adolescencia, ella lo había odiado por que la realidad es que le gustaba demasiado, había estado encaprichada con Benedict Moore desde que había cumplido los quince, claro esta que jamás se imagino al verlo sentada en el porche de la casa de sus padres que un día el estaría bailando con la hija de amos.

Cuando la canción terminó, ellos regresaron con sonrisas idénticas en sus rostros tan parecidos.

-¿Me viste mami?-, preguntó Caroline mientras Zoey sonreía.

Claro que si, pisaste a tu papá dos veces-, le bromeó ella mientras su hija abría los ojos con gesto de sorpresa

-No es cierto-, exclamó casi indignada haciéndola reír.

Su hija miró a Ben mientras este se encogía de hombros y extendía la mano hacia Zoey, no iba a aceptarlo, no iba a hacerlo.

-Baila con mi papi, baila-, pidió su hija como si se hubieran confabulado y ella suspiró tomando la mano de el y respondiendo a su sonrisa, con su corazón en la garganta.

Ben pasó una mano por su cintura y la acercó respetando una minima distancia entre sus cuerpos

Zoey miró por sobre su hombro mientras se movían al ritmo de la música, no perdiendo de vista la sonrisa de Caroline mirándolos desde la mesa.

-Ella me dijo que debía bailar contigo-, le susurró el al oído haciéndola estremecer ligeramente.

Sonrió pero su corazón se estabilizo en ese instante, causándole una tristeza y decepción inesperada

-Zoey mírame-, pidió Ben rozando su sien con los labios, ella se obligó a hacerlo sin parecer tan alterada como se sentía.

-Es más fácil decirte lo que ella pidió a aceptar que me sentí inmensamente feliz de que lo hiciera porque yo deseaba tenerte justo así-, aseguró acercándola a su cuerpo un poco mas, Zoey cerró los ojos y negó con su cabeza una sola vez.

-No digas eso, no lo digas-, le murmuro con el nudo en su garganta, no sabía que había pasado entre ellos, no sabía por que ahora el se comportaba de esa manera, pero a pesar de la obvia atracción que el decía sentir por ella, no era nada comparado con los sentimientos que ella guardaba muy dentro.

Todo eso solo los lastimaría.

Cuando abrió los ojos el asintió formando una línea severa con sus labios, sus ojos estaban dolidos, bailaron los últimos segundos de la canción y se separaron yendo hacia su hija de nuevo.

Ben miro a su hija desaparecer en su habitación después de darle las buenas noches y un beso en la mejilla, el la abrazó y se despidió igualmente luchando por mantener su control firme, desvió sus ojos hacia Zoey que lo miraba fijamente, no le dedicó un momento, se giró aun escuchando su nueva negativa durante el baile en su cabeza, abrió el mini bar y se sirvió un trago, tomó el vaso y salió hacia la parte trasera de su cabaña, sentándose en una de las otomanas de frente hacia la oscuridad de la playa.

Le estaba desgarrando por dentro, las barreras que ella había construido para alejarlo, la sola idea de pensar que no lo veía mas que solo como el padre de Caroline, con el cual tenía que convivir inevitablemente, la posibilidad de que ella aceptara a Tom, el pensar en pasar otros seis años solo teniendo una familia a medias

Pues eso era lo que había aceptado hasta ahora, la mitad de una familia, cuando lo había tenido todo en sus manos.

La escuchó salir pero no se volvió, se quedo mirando fijamente el vaso con el líquido que ni siquiera había bebido.

-Benedict no…-, esas dos malditas palabras juntas lo sacaron de quicio

-No te preocupes, no volveré a decir algo sobre mis deseos-, exclamó sarcástico

Tomó el vaso dispuesto a vaciarlo de un solo trago.

La mano de Zoey volvió a dejarlo en su lugar, haciendo que un poco de líquido los mojara a ambos.

-¿Por qué haces esto?-, exclamó ella con la voz rota, el la miró, a pesar de la tenue luminosidad pudo observar las lagrimas en sus ojos.

El se rindió, acercándose a ella, tomando su rostro entre las manos.

-Porque quizás cometí un error, porque podemos tenerlo todo-, exclamó antes de besarla, ella sollozó, abriendo la boca y recibiendo el beso y dándolo a cambio, sus lenguas se encontraron probando el sabor del otro, pero esta vez no hubo impaciencia, Ben la abrazó completamente dejando sus manos contra su espalda baja y sintiendo sus pechos presionados contra su torso, Zoey gimió y el separó sus labios un momento antes de reseguir la línea de su mejilla hasta bajar a su cuello, ella movió sus caderas presionando mientras el seguía lamiendo su piel.

-Déjame estar contigo-, murmuró temblando de deseo y necesidad.

Se separó dolorosamente dejándole la decisión a ella por completo.

Zoey inhaló aire y se lamió los labios antes de cerrar los ojos un momento y tomar su mano, lo guió dentro de la cabaña hacia la habitación donde el había dormido la noche anterior.

Cerró la puerta cuando ambos estuvieron dentro y caminó hacia la cama girándose para mirarlo.

Comenzaron a desnudarse en silencio sin perder ni un solo momento del espectáculo que daban al otro.

Ben miró su cuerpo desnudo, sus pechos plenos, su cintura estrecha y sus piernas torneadas, se acercó mientras miraba el pecho de Zoey subir y bajar mucho mas rápido de lo normal.

Se estremeció cuando su piel tocó por completo la de ella, su erección se presionó contra el estomago femenino mientras el la besaba suavemente.

-Zoey-, murmuro su nombre antes de abrazarla fuertemente sus manos recorriendo su cuerpo, sus pechos y sus caderas se marcaron contra las palmas de sus manos mientras daba pasos torpes hasta la cama, cayo sentado mientras ella se colocaba sobre su regazo a horcadas en su cintura, ambos jadearon cuando su entrepierna acunó su pene y ella se meció ligeramente.

Benedict bajó su boca hasta el valle entre sus pechos y tentó la piel antes de capturar un pezón es su boca, su manos acunaron su trasero provocando un fricción deliciosa.

Ella comenzó a mover sus caderas, mojando su miembro con su humedad.

-Llévame dentro de ti, cariño…por favor-, gimió mientras sus bocas volvían a unirse por un beso ligero.

Ella se levantó un poco, y el apretó los dientes para no estallar cuando su mano tomó su erección y lo condujo a su entrada completamente lista para el.

Lo llevó hasta el fondo y se quedaron quietos un momento, antes de que ella gimiera echando la cabeza hacia atrás.

-Ben-, gimió con voz aguda, mientras el besaba su piel.

-Todo, Zoey, lo tenemos todo-, jadeó, mientras ella se movía lentamente manteniéndolo dentro, contrayendo los músculos interiores haciéndolo ver las estrellas tras sus parpados.

Cel.