Cap V
Indeleble
Capitulo 5
Tu piel salada y cómo se mezcla con la mía
La forma en que se siente estar completamente entrelazados
La forma en que se siente estar completamente entrelazados
No es que no me importara, es lo que no lo sabía
No es que no sintiera, es lo que no lo demostré
Así que déjame ser
Y yo te liberaré
Así que déjame ser
Y yo te liberaré
Misery, Maroon 5
-Zoey-, el gemido ronco contra su oreja la estremeció, el permaneció un momento solo dentro, sin moverse, mientras lo envolvía en su calor, ella se aferró a su espalda y empujó sus caderas de forma involuntaria.
El levantó la cabeza y sus miradas conectaron en un instante eterno, ella supo en ese momento que esta vez lo recordaría todo nítidamente, juntos, con los ojos fijos en los suyos.
Ben salió y volvió a entrar, ambos jadearon pero no desviaron la mirada.
Un golpe, dos, tres, Benedict se dio por vencido con un ronco gruñido y la besó moviéndose ya sin compás, jalándola a la orilla del escritorio para poder enterrarse hasta el fondo, sus manos apartaron una de las copas del sostén y acarició con sus pulgares los pezones erguidos mientras seguía golpeando sus caderas con las suyas.
Zoey arañó su espalda y gimió en su oído buscando ese éxtasis que tanto necesitaba, el movió sus manos, una a su espalda arqueándola a su antojo y otra entre sus cuerpos, rozando con sus dedos su hinchado clítoris.
Cuando la boca humedad de Benedict encontró su pezón desnudo, lamiendo y succionado, ella estalló, su orgasmo la hizo jadear, no pudo reprimir el grito sordo que se estancó en su garganta.
Los movimientos de Ben se volvieron más y más poderosos hasta que lo sintió quemarla por dentro, marcarla.
Lo sintió salir un instante antes, mientras se aferraba a ella, y su liberación le humedecía uno de los muslos.
El la sostuvo evitando que su espalda diera de lleno contra la superficie fría del escritorio, su respiración lentamente fue volviendo a la normalidad y la neblina de placer se fue desintegrando.
Lentamente ella se enderezó y el se alejó unos centímetros, sus piernas se cerraron y sintió una ganas inmensas de llorar.
Tenía que salir de ahí.
Se sentía desnuda ante el, no solo físicamente, lo que mas le importaba es haber demostrado que aun seguía siendo una adolescente mirándolo con ojos brillantes como si el fuera una estrella inalcanzable, que le dio una oportunidad –o dos-, de estar junto a el, de tocarlo y volverlo loco.
-Zoey-, llamó Ben en voz baja, pero ella no lo miró, y mucho menos contestó, aun no encontraba su voz.
El no estaba en su campo de visión pero aun así lo sintió moverse, le ofreció un par de pañuelos y ella los tomó sin decir nada.
Se limpió los muslos y bajó del escritorio poniéndose las bragas y los pantalones en un solo movimiento, se acomodó el sostén y encontró su blusa antes de que el volviera a llamar.
-Mírame, por favor-, pidió con la voz todavía enronquecida
Ella no iba a serlo, solo pensaba en salir y esconderse lo mejor que pudiera, cuando todas sus barreras estuvieran en su lugar, seria seguro dejarle claro que lo que había pasado había sido un error.
-Zoey-, volvió a llamarla, haciendo que ella buscara sus ojos ante el temor en su voz.
Su camisa estaba a arrugada y fuera de sus vaqueros, pero no había ninguna otra prueba de que lo que había pasado no hubiera sido solo su imaginación.
-No lo había planeado, lo juro, pero al mirarte, yo…-, comenzó Ben pasándose una mano por su cabello tratando de explicarse.
-No quiero hablar de esto ahora, además no creo que “esto” cambie algo-, dijo Zoey con las barreras plegándose alrededor de ella ante cada palabra.
-¿Cómo…?-, escupió el pero le interrumpió antes de que pudiera terminar.
-¡Es solo sexo Ben!, Dios sabe que esta no es la primera vez que se nos sale de las manos, pero ahora somos adultos, podemos…darle vuelta a la pagina-, terminó apretando sus manos en puños y evitando su mirada, fijando sus ojos en la camisa arrugada.
El se quedo ahí, parado frente a ella, Zoey podía sentir sus ojos fijos en ella, traspasándola.
-Cuídate de camino a casa-, habló el con voz monocorde y ella escapó sin necesitar mas incentivo.
Ben salió de su oficina, incapaz de soportar el aire en el interior, las sensaciones, el olor, los recuerdos frescos y casi tangibles.
Entró a su habitación quitándose las ropas mientras encendía la ducha, su mandíbula le dolía de la forma en que sus dientes se presionaban unos con otros.
Ella parecía tan fuera de si, tan arrepentida…
Había sido insoportable verla así, había sido doloroso oírla decir la palabra sexo como si fuera una cosa de tira y recoge, lo cual era una gran mentira entre ellos.
Con Zoey no era solo sexo, podía no ser normal o con todos los sentimientos claros, pero con ella siempre había sido más.
Incluso la noche casi siete años atrás, ella le había escuchado, recordaba que ambos maldecían a la vida y las ideas románticas antes de empezar a besarse como locos.
Antes de esa noche, el jamás hubiera pensado en mirar a su pequeña vecina rebelde como algo mas que eso, pero debajo de todo el look descubrió a la mujer.
Ahora, solo una hora antes, conocía a esa mujer, había compartido con ella muchas cosas, ellos eran amigos, no simples vecinos de la niñez o solo los padres de Caroline.
En esta ocasión el había deseado a esa mujer, y no la había dejado escapar.
Había llegado a creer que se podría olvidar que ellos habían compartido mas que un gesto amable, una caricia en el brazo, un codazo o un beso de despedida.
Tal vez no debieron engañarse, pues eso les había estallado en la cara.
Sintió el agua caliente sobre su espalda y recordó sus manos fuertemente aferradas a su piel, recargó su cabeza en el azulejo mientras maldecía.
Ella lo había deseado igual y aun así estaba dispuesta en dejarlo de lado, otra vez…
Escuchó el golpe seco, y se esforzó por abrir los ojos, mientras sentía el latido insoportable martillando su cabeza.
Le costó varios parpadeos enfocar la vista en la televisión típica de motel frente a el, sus ojos repasaron lentamente el pequeño mueble de la cómoda, y las sabanas enroscadas en su cuerpo desnudo.
Entrecerró los ojos, y oyó una voz maldecir mientras una mano levantaba un horrible jarrón del suelo y lo colocaba de nuevo en el buró.
Enfocó la vista levantando el rostro y la miró
Alcanzó a observar su espalda baja antes de que Zoey terminara de colocarse su blusa gris oscuro.
Benedict se maldijo entre dientes, jamás en su vida había bebido tanto como la noche anterior, pero follar con Zoey Dawson parecía imperdonable, la había utilizado, a su vecina, a una de las pocas chicas de su niñez que en realidad le había hecho reír.
-¿Qué haces?-, preguntó con la voz rasposa, ella terminó de abrochar su pantalón y se alisó el cabello corto teñido.
-Me voy genio, la cabeza me esta matando-, dijo ella sin mirarlo del todo, Ben se obligó a sentarse en la cama a pesar de que le dolía todo el cuerpo y comenzó a buscar su ropa.
-Espera un momento, te llevo a tu casa-, aseguró mientras ella reía entre dientes.
-Eso no es una buena idea, voy a tener que entrar por atrás, aun es bastante temprano, puede que los viejos no se enteren, además no necesitas hacer todo eso del día siguiente-, le dijo haciendo una mueca y colocándose la chamarra de mezclilla.
Se sintió como un idiota, sabía que todo se le había salido de las manos, necesitaba hablar con ella pero el dolor de cabeza le impedía pensar con claridad
-Bebí demasiado la noche anterior, yo…esto…bebí demasiado-, dijo torpemente mientras ella rodeaba los ojos.
-¡Quieres dejarlo!, tuvimos sexo borrachos, ni siquiera recuerdo la mitad, así que no te preocupes, todo genial, yo me voy a casa y tu pagas y te vas a la tuya-, le respondió con una media sonrisa, caminó hacia la puesta de la habitación mientras Ben terminaba de colocarse sus pantalones, se levantó rápidamente haciendo que el estomago se revolviera en el proceso, la tocó en el hombro y ella se tensó ligeramente deteniéndose.
-Zoey-, llamó mientras ella se giraba mirándolo a los ojos.
-¿Esta bien?-, preguntó el, Zoey sonrió de dientes hacia fuera, su mano encontró la suya y le dio un apretón ligero.
-Esta bien…, que mejor que terminar una relación con una noche loca ¿No?, no te preocupes Ben-, le dio un beso en la mejilla, sin que sus labios siquiera rozaran su piel mas de un segundo y se giró saliendo de ahí antes de que el pudiera detenerla, llamarla o pensar en cualquier cosa.
El agua comenzó a enfriarse mientras el permanecía en la ducha, cerró las llaves molesto y salió secándose con una toalla y colocándosela sobre sus caderas, se sentó en la cama y esperó que algo le indicara que demonios hacer con su vida, como hacer para no perder la amistad de Zoey, para que todo aquello no afectará a su hija y finalmente para que el vacío en el fondo de su estomago que había estado formándose desde que ella se había ido desapareciera.
El sonido de su móvil vibrando sobre la superficie del buró de su recamara lo hizo maldecir en silencio, miró el numero y lo dejó sonar un minuto mas.
Necesitaba vacaciones, de todo…
Vacaciones
Finalmente contestó la llamada, con una sonrisa formándose en sus labios.
Zoey miró a su hija que coloreaba en una de las mesas de la cafetería, había ido a su visita semanal para hablar con el encargado de la cafetería.
El le explicaba los motivos de las promociones que intentaban incrementar las ventas en esa época de vacaciones escolares, pero sencillamente no lograba concentrarse.
El había llamado.
No podía creer que el simple hecho de escuchar su voz la hubiera dejado completamente inútil.
Voy para allá
Bien, tenia que aceptar que el hecho de que Ben se dirigiera precisamente en esos momentos a la cafetería incrementaba la sensación de ansiedad a un nivel insospechado.
Ella había sabido que todo cambiaria, y lo había hecho, la realidad es que no sabía como se iba comportar frente a el, los pasados cuatro días se había convencido que la formalidad y una comunicación basaba exclusivamente en los asuntos relacionados con Caroline la ayudarían a volver a su tranquilidad anterior.
Ahora no estaba tan segura.
Ella medio escuchó el final de la explicación de su empleado mientras le autorizaba las promociones y caminaba hacia la mesa donde se encontraba Caroline.
Su hija había sido el único motivo por el cual se había levantado después de haber llorado toda la noche el día tuvo con Ben sobre el escritorio.
Pero mirarla era recordarlo, eran idénticos en muchas formas, Zoey había reconocido mas de un gesto de el en su hija.
Se sentó a su lado y miró un corazón amarillo, lo que la hizo reír, Caroline la miró respondiendo con una sonrisa y miró hacia la entrada del local.
-¿Ya va a llegar mi papi?-, preguntó mirando los lápices en la mesa como si estuviera decidiendo que color seria el idóneo para un árbol.
-Si, de seguro ya esta muy cerca-, respondió Zoey reprimiendo el vuelco en su estomago ante sus propias palabras.
Diez minutos después, Ben alababa el arte de su hija, se sentó en la silla frente a ella y centró toda la atención en Caroline, Zoey casi suspiró aliviada.
Indiferencia, eso es lo que necesitaba, para protegerse, para alejarse de sus propios sentimientos, los que no llevaban a ningún lado.
-¿Terminaste de revisar las cosas por aquí?-, preguntó Ben después de unos minutos, ella asintió mirándolo fugazmente.
Obligó a su garganta a abrirse y no parecer una idiota, no se expondría ante el mas de lo que ya lo había hecho.
-Estamos esperando conocer la noticia que te tienen tan impaciente-, respondió mientras Caroline aplaudía recordando que su papá les tenia preparada una sorpresa –eso había mencionado por teléfono-, Benedict sonrió mirándola, fue una sonrisa calida pero también segura y decidida, era como si el tuviera una apuesta segura, finalmente giró su rostro hacia su hija que exigía saber y el se acercó como si le fuera a contar al oído.
-Vamos ir a la playa-, le susurró lo suficientemente fuerte para que Zoey escuchara
Ya estaba comenzando a pensar en que quizás la distancia le serviría a los dos cuando la “conversación privada” siguió…
-¿Mi mami, tú y yo?-, preguntó su hija sin controlar el volumen de su voz.
El la miró de reojo, solo susurrando tres palabras
-Claro que si
Cel.
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8 Comentarios
ya me empieza a agradar Ben...
ResponderEliminarsaludos
holaaaaaa ahhh y zoey que pensabaaa que iba a poder poner distanciaaa jeeee ben quiere qwue vayannn los tres juntossss...yy haora que pasaraa???!!!! me encantaaaa esta historiaa...voy aestar ansiosaa por leer el proximo capii...para saber como le van en esas vacacionesss y si va zoey aunque no creo que pueda decir que noo....besoss y nos leemos en el que sigue...!!!!!adiios!!
ResponderEliminarjaja espero que be no deje de insistir!! jajaja
ResponderEliminarme encanto! espero el proximo!!
te adoro! besitos
Mel♥
me encanto la historia, es algo poco comun, pero a la vez no :P
ResponderEliminarespero puedan actualizar pronto...
saludos
Ay Dios! *_* esto se pone mejor!
ResponderEliminarpobre mujer XD
Nos leemos pronto!
Esta muy buena la historia te atrapa desde el principio felicidades a la escritora (Cel) y espero que se publique pronto el proximo capitulo....saludos!!!
ResponderEliminarPor que? Por que Zoey intenta alejarse tanto? Ok, estoy segura que esa noche de adolescente, totalmente borrachos la lastimo mucho.... pero luego del paso de los años, viendo como Ben se comporta con Caroline y con ella misma, jamas dejandolas descuidadas... no es suficiente como para que baje sus barreras y se deje querer por el?
ResponderEliminarSera que quizas en estas vacaciones "sorpresa" lleguen a algo? O quizas Zoey se niegue a ir con ellos? Espero que no.... y que Ben siga insistiendo, jajaja
Me encanto el cap.... me encanta esta pareja y Caroline es muy dulce XD
Besotes, Dany
Adoro a caroline (y a su papa) ese viaje a la playa no me lo pierdo por nada
ResponderEliminarDeja que fluya...