Indeleble

Capitulo 4

Ahora te has ido a otro lugar muy lejano.
No se si voy a encontrarte, pero tu sientes mi respiración en tu cuello.
No puedo creer que esté justo detrás de ti

Porque tú me dejas queriendo volver por más y yo me siento un poco mejor que antes.

Y si nunca vuelvo a ver tu cara de nuevo no me importa,
porque llegamos más lejos de lo que pensé
que íbamos a llegar esta noche.

If I never see your face again, Maroon 5

Zoey había creído que el lo dejaría estar, era lo que se esperaba después de que al día siguiente Ben llamara por teléfono y pidiera hablar con Caroline, se habían pasado pegados al auricular mas de una hora, después el le había dicho con voz neutral que tenía que viajar improviso para la firma de un contrato, estaría regresando a mitad de semana. En toda la llamada, ni una sola vez el habló sobre el beso de la noche anterior, así que ella lo olvidó o mas bien se obligo a olvidarlo, y tranquilizó al remolino de sentimientos en su interior, ambos habían sobre reaccionado al percatarse de la picadura, había sido un beso gentil, tranquilizador, la mayor parte de el.

Para ella si nunca mas lo hubieran mencionado podría seguir con su vida, sin ningún problema.

Revisar la administración de su cafetería y cuidar a su hija eran en todo en lo que tenia que pensar, nada mas.

Pero Benedict no se lo estaba facilitando

Había comenzado con la llamada de Bianca, la hermana de Ben vivía en la misma ciudad –para suerte del padre de su hija-, ella le había contado por teléfono que pensaba llevar a sus gemelos al zoológico y Caroline sería bienvenida en el paseo.

Su hija se llevaba de una manera estupenda con los dos diablillos de 7 años, así que no podía haber dicho que no.

Menos de media hora después de haber quedado con Bianca en cambiar a Caroline y llevarla ella misma a su casa pasado el medio día, el había llamado

Le había dicho que tenían que hablar y le pidió que fuera a su departamento después de dejar a Caroline, como si Zoey hubiera pisado más de dos veces en el año ese lugar.

Para ella, que Benedict frecuentara su casa no la intimidaba, visitarlo en la suya, si.

No creía que Bianca supiera de qué diantres debían hablar ellos dos, pero no dudaba en que estaba haciéndole un favor a su hermano.

Por eso estaba furiosa

Es que sencillamente no lograba entender la actitud de Benedict, ¿por que no solo podía dejarlo pasar?

Era un gesto que se les había salido de control, solo eso.

Sin embargo ella tenia que aceptar que Ben hacia meses que no era el mismo, o al menos que no era solo el padre atento de Caroline, cada vez se le hacia mas difícil a Zoey aceptar que Sherry se había ido, ella personalmente la hubiera matado una o dos veces, pero nunca lo hizo, por que ella era la pareja de Benedict, la pareja que el había elegido. Desde el divorcio el había centrado toda su atención en ellas, pasando cada vez mas tiempo en su casa, ya ni siquiera parecía tan obsesionado con su trabajo, ella había percibido un cierto fastidio en todo aquello de los negocios de representación.

La realidad era que no le gustaban los cambios

Le aterraban                                                                                                                                             

Ben estaba sentado detrás de su escritorio sin hacer en realidad trabajo alguno, se sentía impaciente y molesto en igualdad de proporciones, una parte de él de verdad deseaba que al mirarla el recuerdo de ese deseo repentino se desvaneciera, que solo volviera a ser Zoey, la madre de su hija.

Que no necesitara pedirle que fuera a su casa, por que solo pensar en estar en la cocina de Zoey lo hacía estremecer y no sabía si podría controlarse.

Se había convencido de que ese era el único motivo por el cual necesitaba verla. Asegurarse que estaba exagerando lo que había sentido y que no pasaba nada

Aceptaba que tal vez, la ultima llamada con su hija hubiera aumentado su impaciencia un poco, pero era por que en realidad el vecino no terminaba de caerle mas que en la punta del hígado.

El le había preguntado a Caroline como estaba y su hija se lo había contado con lujo de detalle, ya no le dolía donde la aguja había estado en su mano, su mami le seguía obligando a comer verduras y el buen Tom le había llevado un peluche, para que la cuidara de otros insectos.

Jodidamente genial.

Su primer impulso había sido ir a la juguetería más próxima y comprar el oso de peluche más grande que tuvieran, pero si Zoey estaba saliendo con Tomas, lo más probable es que los regalos seguirían llegándole a su hija.

Otro punto que necesitaba discutir con ella.

La ironía de que tema abordar primero, si el beso compartido o la relación que se suponía Zoey estaba teniendo, no le pasaba desapercibida.

Si alguien le hubiera hablado de cualquiera de las dos situaciones un mes atrás el no lo hubiera creído.

El intercomunicador sonó mientras el se pasaba una mano por el cabello y contestaba.

-Pasa, te abriré la puerta-, le dijo por el auricular mientras Zoey respondía con un seco “De acuerdo”

Ella encontró la puerta del apartamento de Benedict sin seguro, entró buscándolo con la mirada, pero no había nadie en la estancia, se aclaró la garganta y lo llamó por su nombre.

El contestó desde su oficina y ella suspiró obligándose a ir hasta ahí.

Al entrar a la habitación pasó sus ojos por el mobiliario sencillo y elegante de acabados metálicos, repasó los pósters en la pared y algunos de los papales sobre el escritorio negro, lo miró todo antes de buscar los ojos de Ben

Cuando se encontró con la mirada verde miel fija en ella como si no hubiera nada mas a que observar, su primer instinto fue salir de nuevo por la puerta, así que no se movió y eligió el único tema seguro entre ellos.

-Caroline estaba muy emocionada de ir con Bianca y los niños-, dijo con una media sonrisa, Ben se pasó una mano por el cabello corto asintiendo, Zoey miró la camisa blanca que llevaba y los vaqueros antes de desviar sus ojos.

-Me alegra-, murmuré el en respuesta.

El silencio era a cada segundo más insoportable.

Ben se inclinó sobre su escritorio en un gesto de impaciencia, de pie, con las manos firmes sobre el material de la mesa

-¿Crees que cambie de color favorito algún día?-, preguntó Zoey en el ultimo intento por escapar de el y de las sensaciones que inundaban su cuerpo, su espalda estaba tensa como la cuerda de un violín, su estomago hecho nudos, y su corazón latiendo fuertemente contra su pecho.

Mirarlo era recordar la sensación de sus labios, volver a anhelar sentir su boca sobre la suya, era recordar momentos borrosos que había enterrado muy en el fondo.

-¿Cuánto más vas a evadirlo?-, preguntó Ben con voz dura.

-No hay nada que evadir -, replicó Zoey

Seguirían como siempre, como si jamás hubieran pasado de un beso en la mejilla, olvidar que habían tenido que estar juntos para que Caroline estuviera con ellos.

-¿Nada?-, preguntó Ben en voz baja, la miró mientras rodeaba el escritorio y se acercaba a ella, Zoey inhaló aire a sus pulmones repentinamente cerrados y cerro los puños a ambos lados de su cuerpo.

-No estoy de acuerdo, yo he tratado de evadir el beso que compartimos toda la semana-, dijo el, se acercó hasta quedar frente a ella a solo unos centímetros, Zoey se obligó a sostenerle laminada.

De forma inconciente se lamió los labios mientras buscaba la respuesta adecuada, la forma de decirle que todo se arruinaría si no lograban dar la espalda a lo que había pasado.

Benedict acercó su rostro al suyo, y por solo un segundo pensó que la besaría sin mas, pero el resiguió su mejilla haciendo que su aliento chocara contra su piel hasta llegar a su oreja.

-Mas que nada he estado evadiendo las ganas de besarte de nuevo-, ella se estremeció y levantó la mirada para encontrarse con sus ojos.

-Evadirlo…debemos evadirlo-, susurró Zoey mientras se lamia los labios mirando su boca.

Tenía que recordarse todos los motivos para alejarse y volver a la normalidad, pero le era imposible pensar con claridad.

Su mente luchó, recordándole que la única vez que se había dejado llevar por la atracción hacia el, Ben no sentía nada por ella, ahora no tendría porque ser diferente.

El se separó un poco y con su mano enroscó un mechón de cabello rubio que se había soltado de su coleta, acariciando con los dedos sus cabellos.

Su rostro se acercó al suyo de nuevo, lentamente y ella trató de moverse, sin lograrlo

-Tienes razón…debemos evitarlo-, murmuro hablando contra sus labios

Ese pequeño roce era su ultima advertencia, Zoey reunió todas sus fuerzas separándose de el y girándose hacia la puerta, negando con la cabeza sin poder pronunciar palabra.

Solo se alejó dos pasos, incluso antes de sentir la mano en su brazo, su cuerpo ya se había detenido, su mente se había fundido y por primera vez en años volvía actuar sin pensar en las consecuencias.

Ben la estrechó contra su cuerpo girándola, sus manos sujetaron ambos lados de su rostro mientras la besaba, el fuego corría por sus venas mientras la lengua masculina delineaba sus labios, entreabrió la boca, queriendo que su lengua encontrara la de el.

-No podemos, no podemos-, repitió Ben sin aire, besándola con frenesí, Zoey no pensó en nada mas que en las sensaciones que experimentaba su cuerpo, antes que se diera cuenta, estaba moviendo sus caderas contra la erección creciente de el.

Enterró las manos en su cabello castaño y tomó el control del beso, succionado su labio inferior mientras Benedict pasaba las manos de su cuello a sus hombros y mas abajo, delineando su cuerpo hasta llegar a su cintura, la empujó contra su cuerpo y ella levantó una pierna de forma instintiva encajando su entrepierna contra su excitación.

Ambos gimieron al tiempo que el beso seguía con respiraciones entrecortadas, ella hecho la cabeza hacia atrás mientras el besaba su cuello, mordiendo con los labios, una de sus manos se metió dentro de su blusa encontrando el sostén y rodeando uno de sus  pechos con el calor de su piel

-Ben-, gimió ella en voz baja mientras el volvía a unir sus labios

El la levantó girándolos a ambos y avanzando hasta que Zoey sintió la orilla del escritorio, la hizo sentarse sobre la superficie mientras le sacaba la blusa por la cabeza, ella se estremeció y echo la cabeza hacia atrás, el besó uno de sus pezones por sobre la delgada tela

Ella cerró los ojos mordiéndose los labios al tiempo que jalaba su camisa sacándola del pantalón y subiéndola para que sus manos tocaran la piel de la espalda de Ben, el siseó y bajó sus manos comenzando a desabrochar su pantalón.

El corazón de Zoey se volvió loco, sus manos temblaron cuando a su vez ella sujetó el botón de los vaqueros.

Se besaron de nuevo, ella se dividía entre la impaciencia que provocaba la humedad entre sus piernas y el sabor de la humedad en su boca.

Ben jaloneo su pantalón junto a sus bragas y ella se levantó un poco para ayudarlo a arrastrar su ropa hasta los tobillos

Zoey abrió las piernas de forma instintiva y el ya estaba ahí, duro y caliente contra la suave y húmeda piel de su sexo.

Sus ojos se encontraron y el entró en ella hasta hacerla sentirse completamente.

Cel.