Indeleble

Capitulo 2

Cuando esté frío afuera y no tengas a nadie a quien amar
Entenderás lo que quiero decir cuando digo que  no hay manera de que podamos ceder
Y como una niña que  llora frente al rostro de el monstruo que vive en sus sueños
¿Hay alguien allí? por que se hace más difícil y más difícil respirar

Harder to breath, Maroon 5

Zoey Dawson adoraba su casa, la hacia sentirse segura y le hacia recordar su infancia, cuando la miraba recordaba todo de lo que una vez había renegado y después al madurar, todo lo que había atesorado en su corazón.
Ella sabía que les había dado a sus padres más de un dolor de cabeza y sin embargo ellos la apoyaron siempre, cuando más lo necesito.
Su jardín trasero estaba lleno de globos de colores, pequeñas mesas con manteles con etiqueta de Disney y niños correteando, con su hija a la cabeza.
En ese instante su casa le gusto mucho más.
-El pastel esta divino-, exclamó Maria Ann Lane, Zoey sonrió a su vecina aunque aun le costaba identificar los gestos tipo “Esposas desesperadas”, la sonrisa de su vecina siempre la había parecido algo fingida
Miró el pastel y decidió que esta vez le creería, además a ella le había fascinado la creación de Henry, la Pastelería de Hen le vendía los panecillos para su cafetería y se había ofrecido gustoso a hacerle algo a Caroline
-¿Qué es divino?-, preguntó Tomas con la misma sonrisa que tenía derretidas a las mujeres de su calle -incluida ella, a veces-.
Maria Ann lo miró como si el fuera comestible, Zoey casi rodeó los ojos, puede ser que el Sr. Lane fuera barrigón y egocéntrico, pero estaba a menos de dos metros.
-El pastel, esta como para chuparse los dedos-, respondió su vecina mientras Tom solo sonreía levemente y movía la cabeza ligeramente.
El Sr. Lane le rompió la burbuja llamándola y Maria Ann se excusó con una sonrisa forzada.
-¿En serio dijo “para chuparse los dedos”?-, preguntó Tom riendo
-Te da unas cuantas ideas ¿no?, al menos es clara en lo que quiere-, respondió Zoey mientras Tom la miraba, sus ojos negros fijos en ella.
-Yo también tengo claro lo que quiero-, aseguró con una sonrisa que desmentía la seriedad de sus ojos
-¿Y eso seria?-, preguntó una voz detrás de ella.
Ben
Tom lo miró sonriendo y luego a ella mientras Zoey se giraba enfurruñada.
-Si ya se, llego tarde-, murmuró Benedict mirándose genuinamente fastidiado con ello
-No te preocupes llegaste antes de las velitas-, concedió ella, Ben le sonrió para después fijar sus ojos verde miel en su vecino que aun permanecía al lado.
-¿Nadie va a contestar mi pregunta?-, insistió el papá de su hija mientras Tom sonreía de lado
-Preferiría considerarla una pregunta retórica-, contestó mientras Ben miraba a Zoey enarqueando una ceja.
Su hija la salvo echándose a los brazos de su papá
-Felicidades  princesa-, le murmuró Ben besando su mejilla mientras ella lo abrazaba fuertemente.
Zoey adoraba verlos juntos, a pesar de todo lo demás, de los sentimientos que a veces odiaba, mirarlos hacia que no quisiera cambiar nada.
Ben bajó a Caroline y ésta saludo a Tom antes de irse a jugar de nuevo.
-Tomas Blake-, se presentó su vecino mientras Ben le correspondía aun mirándola de reojo.
-El nuevo vecino-, murmuró Ben haciéndola rodear los ojos.
-Benedict Moore-, continúo antes de que ella pudiera reclamar su tono.
-Es un placer conocerte, Caroline habla mucho de ti-, dijo Tom mientras miraba su organizador electrónico.
-¿Podemos adelantar el pastel?-, propuso Zoey recordando que el se iría temprano
-No acortaras la diversión por mi-,  replicó Tomas con una sonrisa.
-¿Te vas?-, preguntó Ben mas feliz de lo que Zoey hubiera imaginado, le encantaba meterse con ella
-Tango que entrara a quirófano en dos horas-, respondió Tom
-¿De que te operan?-, bromeó Benedict mientras Zoey le daba codazo
-No hagas caso, tanto usar el móvil le ha dañado el cerebro-, le dijo ella a Tom mientras el la miraba con un gesto que había aprendido a conocer bien
Zoey desvió los ojos sintiéndose incomoda y odiando aquello.
-No te preocupes, solo tengo que hacer una cosa antes de irme-, siguió Tom mostrándole una pequeña cámara digital que guardaba en el bolsillo de sus pantalones de vestir.
Mirar su ropa y compararla con el estilo demasiado casual de Ben la hacia sentir confusa, eran demasiadas diferencias.
Mientras Tom vestía pantalones Dockers color beige y suéter blanco ligero, Ben vestía vaqueros, playera deportiva y su inseparable gorra, casi parecía ser el mismo chico de 23 que ella recordaba, salvo la fina capa de barba que lo hacia parecer mas maduro y mas sereno.
Zoey parpadeó y volvió a mirar a Tom centrándose en las fotografías que el quería tomar.


Ben no sabía que era peor, estar tomando un vaso de ¡refresco de naranja!, escuchar las peticiones de los vecinos de Zoey sobre sus representados, evitar tener contacto visual con la mujer –esposa de uno de los vecinos-, que lo miraba fijamente u observar al “Doctor” Tom tomar foto tras foto de hija y madre.
Debía aceptar a regañadientes que era una idea que tomaría para si, se miraban perfectas posando juntas, divertidas y felices.
Zoey le dijo algo y el vecino se acercó a ella y a Caroline, extendiendo su mano y tomando una fotografía de sus tres cabezas perfectamente juntas.
Una bonita familia feliz.
Ese era el cuadro que representaban, Ben lo reconocía, pues el había conjurado esa imagen en su cabeza mas veces de las que quisiera admitir el ultimo año.
No con Zoey, por supuesto
Adoraba a su hija y Caroline siempre seria el primer miembro de su familia, pero Ben había deseado más, internamente, en secreto, quería una pareja que lo hiciera sentir en casa solo con estar en sus brazos, y más tesoros como el que ya tenia.
Ben había sabido de modo consiente que Sherry no le daría aquello, y quizás el mismo no estaba preparado para una familia, pero mirando a Tomas despedirse de sus chicas, la deseaba, mas que nada.


-Entonces tu lema es “la tercera es la vencida”-, le preguntó la mujer frente a el, el sol ya se ponía y su hija aun jugaba con toda la energía, aunque Ben sabía que la fiesta estaba por terminar, o eso esperaba.
-¿Tercera?-, preguntó el sin intentar pensar mucho en lo que sea que estuviera hablando la vecina de Zoey
-Tu tercer esposa lograra atraparte finalmente-, sentenció ella mientras el reía sin humor.
-Yo solo me he casado una vez-, corrigió, sabiendo cuales eran sus conjeturas, Ben ya había deducido que Maria Ann no era amiga de Zoey, pero el que no supiera la relación entre ellos lo confirmaba.
-Ya decía yo que dos mujeres no podían haberte dejado ir-, coqueteó ella mientras Zoey se acercaba con una sonrisa burlona en su rostro.
-No todas tienen la misma devoción a su marido como tu Ann-, dijo con voz dulce mientras la vecina sonreía ampliamente.
-Greg no alcanzo a avisar y tu esposo me ha mandado buscarte-, dijo Zoey respondiéndole la sonrisa mientras la mujer apretaba los dientes y se despedía de Ben con un guiño de ojo
-Los más grandes inconvenientes de esa mujer son su hijo y su marido-, susurró Zoey entre dientes.
-Y eso la hace una mujer horrible-, contestó Ben haciendo que ella lo mirara con una sonrisa resplandeciente, que se encontró respondiendo igualmente.


Zoey despidió a los últimos vecinos mientras miraba a Caroline dormida en los brazos de Ben, se había quedado así sin previo aviso después de que su papá la cargara al terminar de romper la piñata.
Comenzó a recoger la mayoría de los vasos y platos desechables mientras el se acercaba.
-Voy a llevarla a la cama y regreso a ayudarte-, anunció mientras Zoey le dio un beso a Caroline en la cabeza y lo miró divertida.
-Que quede claro que cambiarla y acostarla no tarda mas de unos minutos-, aseguró al tiempo que el caminaba mirándola sobre su hombro.
-Quien sabe, cuando regrese quizás ya hayas terminado-, dijo desapareciendo por la entrada trasera de la casa.
Al final entre los dos terminaron de juntar todo la basura, doblar las sillas rentadas y barrer el jardín, no hablaron mucho gracias al disco de blues que Ben había elegido de fondo.
Cuando terminaron con la última bolsa de basura eran pasadas las 10 de la noche, Ben se dejo caer en una de sus cómodas sillas de jardín mientras ella esperaba que anunciara que tenia que ir a algún lado o seducir a alguien para no dormir solo, cualquier cosa para evitar la conversación que de seguro el empezaría, pero no le dijo nada, solo la miró con los parpados entrecerrados en cómoda posición.
-¿Quieres una cerveza?-, dijo Zoey rindiéndose y sin saber muy bien porque, en un acuerdo tácito y no hablado por ambos, jamás bebían alcohol juntos, era demasiado extraño y desconcertante.
El esperó  varios segundos antes de contestar y al final solo asintió con la cabeza.
Entró a la casa por dos latas de cerveza y se sentó en la silla al lado de Ben.
Bebieron varios sorbos en un silencio exasperante.
-Benedict suéltalo ya-, exclamó ella exasperada haciéndolo reír.
-No tengo nada que decir-, contestó el y ella rodeó los ojos
-Aunque nunca me imaginé que te gustara jugar al doctor-, murmuró en voz baja haciendo que ella se riera muy a su pesar.
-Tomas es solo un buen amigo, es lo mejor de esta calle, créeme-, aceptó ella mientras el tomaba un trago de cerveza
-Creo que eres lo bastante inteligente para saber que el no quiere ser un amigo, es mas creo que el te lo ha dejado completamente claro-, aseguró mirándola, la gorra oscurecía sus ojos y Zoey tuvo que desviar la minada hacia su lata.
¿Pero que diablos le pasaba?, que estuviera pasando exactamente lo que Tomas había dicho solo era una simple coincidencia.
-El habló sobre una relación, una relación con todas sus letras-, aceptó ella por que a alguien tenía que decirle como se sentía, aunque ese alguien fuera el padre de su hija y un hombre al que nunca había terminado de entender por completo, ni se entendía ella misma cuando estaba junto a el.
A pesar de que a lo largo de los últimos años se había convertido en un buen amigo, siempre existía algo que la ponía a la defensiva cuando el estaba cerca, siempre actuaba lo contrario a lo que se esperaría en una situación normal.

¿Por qué, por que, por que?
La pregunta era una letanía en su cabeza, estaba completamente aterrada, no sabía que iba a ser, solo sabía que tenia que decírselo, por primera vez no quería enfrentar lo que se avecinaba sola.
Así que le llamó diciéndole que tenían que hablar sobre lo que había pasado un mes antes.
Benedict viajó ese mismo fin de semana y se encontraron cuidando de que nadie se diera cuenta que el chico dorado de los Moore estaba en la ciudad
-Estoy embarazada-, le dijo entre dientes apretados cuando estuvieron en el auto, lado a lado.
El se movió el cabello, se restregó la cara, salió del auto, pateó y volvió a entrar
Todo en unos cuantos minutos, al regresar tomó aire antes de hablar.
-Esta bien, lo haremos juntos-, le dijo Ben también con la mandíbula tensa.
Zoey dejó escapar el aire que no sabía estaba conteniendo y lo miró esperando que dijera algo mas.
-Nos casaremos-, siguió el como si intentara sacar fuerzas de flaqueza.
Zoey frunció el ceño, negando con la cabeza, eso no era lo que ella quería, no, no, no, ella quería alguien para su bebe, quería que su hijo tuviera una padre que lo amara, y que tuviera comodidades que ella sola no podría darle.
Los bebes los hacían dos por una razón…
Pero casarse estaba fuera de discusión, por varias razones, ella no creía en el matrimonio, no tenía una idea romántica de ella vestida de blanco y sobre todo no se imaginaba con Benedict Moore, salvo que la vida fuera una comedia romántica barata.
Ella no era estupida y trataba de no engañarse a si misma, mas de lo que ya lo había hecho siguiendo a Lanz como un perrito faldero.
Ben había tenido sexo con ella como medicina,-sin haberle puesto una pistola en la cabeza-, ella había sido un clavo, y eso de romántico no tenía nada.
-No voy a casarme contigo-, le dijo cuando encontró su voz de nuevo, el la miró durante un momento, casi duramente.
-Yo no dejare que abortes-, replicó el enojado.
Ella casi se rió, pues eso le dijo que de haber metido la pata, no podía haberlo hecho para conseguir un padre mejor para su hijo.
-Y no voy a hacerlo, solo que tampoco me casare contigo-, terminó con una sonrisa nerviosa.

Ben miró a Zoey que parecía perdida en sus pensamientos.
¿Estaba pensando en Tom y su propuesta?
-¿Quieres una…relación?-, preguntó sin pensar
Ella tardó mas en responder de lo que el había supuesto, dio una largo trago a la cerveza antes de sonreír sin humor.
-Seria algo bueno, ¿no?-, susurró mientras el la miraba sin poder saber que decir.
-¿Bueno del tipo romántico, rosa, maravillosos y todo eso?-, preguntó Benedict tratando de aligerar el ambiente pero ella solo rodeó los ojos y se levantó con la lata vacía.
-Al final soy una mujer-, le dijo con una media sonrisa y entró a la casa.

Soy una mujer

A solas en su departamento y con mas cervezas en cima de la que se había tomado en casa de Zoey, Ben tuvo que aceptar que ella lo era, la forma en que su falda había acariciando sus caderas todo el día indicaban feminidad y los recuerdos de una chica de cabello teñido con pantalones raídos y pantys negras…eran una prueba fiel.


Cel.

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4 Comentarios

  1. holaaa ya me leii el segundoo capiii Cell magnificoooo que te puedo decir me dejas sin palabras me encanta como escribess bueno por lo que se ve sonn amigosss pero igual es algoo raro su relacionn...y tomm como vemos quiere una relacion con zoey pero ella mmmm nocee...bueno noss leemos en el proximo capii besooosss!!!!! me encantaron estos dos capiss...adiosito!!!

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  2. Me fascino............quiero que se queden juntos........... NO TOM!!!!!!!!!!!!!!! jajjajajaja.....Se les quiere =)

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  3. Mmmmm.... es mas que claro que no lei bien entre lineas y me equivoque.... Tom no era un amiguito de Caroline, jajaja

    Espero que Zoey logre descifrar sus sentimientos hacia Ben... se siente extraña a su lado.... porque sera? Ben tiene mas claros sus sentimientos que ella me parece a mi :)

    Dany

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  4. Tom viene a darle un giro a la historia y un empujonsito a Ben...

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