The Aby's drink Cap 2

Dillon estaba harto, esa era la palabra concreta, pues estaba de pie con el ruido martillando sus oídos y su mente dividiéndose entre recitar los ingredientes de la bebida que se disponía a preparar y lo bueno que seria estar en su habitación, a oscuras y en la cama, apenas recordaba haber entregado el trabajo sobre las interacciones entre personalidades incompatibles en el ámbito laboral  o algo así, se había exprimido, tenia que reconocerlo.
Ahora lo único que deseaba era dormir después de no haberlo hecho en varios días de la semana pasada, pero no, estaba en el bar, por que era viernes y aun el jefe -ni el-, confiaban en su suerte para dejar a Sam solo en un día tan ataviado.
Si quería sobrevivir para graduarse en Psicología Clínica debía dejar de trabajar todos las noches hasta cerca de las 4 de la mañana, pero el cambio no estaba siendo tan rápido como se había propuesto y aun estaba frente a la barra por lo menos tres días a la semana, preferentemente los tres días del fin de semana y quizás uno o dos mas.
Un asco
Lo cual lo irritaba por que a el siempre le había gustado ser el chico con el que todo el mundo conversa cuando el entrega una cerveza o una bebida mas elaborada. Sin embargo en días como este, el mismo se encontraba dando esquina a las personas "comunicativas".
En su experiencia había tres tipos de personas frente a un barman, las sociables, que son los conversadores impersonales hablando con el "empelado" del bar, te dan las buenas noches, comentan a cerca de la música, la bebida o el basto banquete visual pero nada mas.
Después estaban los comunicativos necesitados, te contaban todos los problemas buscando soluciones mágicas, Dillon jamás decía claramente lo que pensaba pero se alegraba de que en mas de una ocasión los comunicativos se fueran con una media sonrisa y la veracidad de que su problema no era tan grave como parecía y de ser así, la mayor parte de la solución estaba de hecho en sus manos.
Finalmente quedaban los amigos, y en este grupo no había muchos, personas a las que el oía con interés, a veces hasta anhelo, a pesar de casi siempre ser una conversación unilateral, pues ha decir verdad no podía siquiera nombrar a mas de dos que lo conocieran tanto como el los conocía a ellos.
El trataba de imaginarse a la poli –por ejemplo- mirándolo en un consultorio cuando terminara su carrera, simplemente la imagen no cuadraba.
Dillon negó con la cabeza a parte del cansancio no necesitaba esa línea de pensamiento, además ya después de dos semanas se preguntaba si Aby seguía entrando en la categoría de "amigos", pues después 16 días de haber bailando juntos en su día libre lo que el creía es que ella había malentendido por completo las cosas y ahora lo evitaba como si fuera una novia obsesiva.
Por Dios, había química, o había existido en esos pocos minutos, pero ninguno de los dos olvidaría que era solo conocidos, además no le interesaba ser otra conquista de la poli, y eso hubiera sido, nop, gracias, ya tenia bastante sin asuntos del corazón.
Terminó de preparar la bebida del hombre que se había guardado la argolla de matrimonio en el bolsillo del pantalón y señaló a la chica que pedía dos cervezas indicándole que era la siguiente, miró a Sam de reojo, su aprendiz estaba ocupado manejando el sheaker distraídamente mientras miraba hacia la pista, entregó las cervezas y se acercó.
-¿Que pasa?-, preguntó tratando de localizar lo que fuera que tenia tan embobado al chico.
-Cabrón a las dos-, murmuró el en tono bajo, Dillon giró hacia la derecha el rostro, técnicamente ahí eran "sus dos"
-Sabes Sam eres pésimo para dar señalizaciones militares-, espectó sirviendo un tequila.
Sam no contestó, entregó las dos bebidas que había estado preparando y siguió viendo a a pista.
-La chica con la blusa azul y el pantalón de mezclilla, el tipo del traje es peor que un pulpo, ella ha estado tratando de zafarse la mitad de la canción-, explicó mientras Dillon localizaba a la desdichada chica, ciertamente se miraba algo asustada, y parecía no mayor que lo necesario para estar en el lugar, era de esperarse que no estuviera feliz por encontrarse acorralada.
Dillon creyó oír a Sam gruñir, de no ser por que eso podría acabar mal lo hubiera encontrado divertido.
-Cálmate, si se pone terco cuando la canción termine llamamos a Frankie-, murmuró al chico.
Frankie era el cadenero y un oso enorme con cara de pocos amigos, pero un corazón de oro el cual era una gran ayuda que no se notara.
La chica no esperó que la música disminuyera, se sacó del agarre y caminó con paso veloz hasta la barra, Sam puso al instante un vaso de agua mineral y hielos frente a ella.
-Gracias-, musitó con ojos muy abiertos, parecía una presa a punto de ser cazada.
-¿Vienes con el?-, preguntó Sam y ninguno de los dos tuvo que aclarar a quien se refería.
-No, con unas amigas, solo que las he perdido-, gimió ella y miró de reojo, el tipo estaba hablando con otros tres y parecía dispuesto a seguirla hasta la barra.
-¿Por que no tratas de llamarles?, hay una puerta trasera al lado de los baños, te pueden encontrar ahí-, propuso Sam decidido, la chica lo miró un momento y después se giró hacia Dillon ¡ya era hora!, la escena el héroe y la princesa estaba fuera de lugar en un bar a reventar, movió la cabeza alejando el pésimo humor y medio sonrió.
-Yo diría que la diversión se acabo por hoy-, murmuró mientras la chica asentía, miró a Sam, otra vez,  antes de irse.
El “pulpo” se había perdido entre el mar de gente en la pista de baile y Dillon por un momento creyó que seria todo con ese asunto, Sam entregó otra cerveza y lo miró secándose las manos con una franela.
-Iré a avisarle a Frankie, para que las vea irse sin ningún problema-, propuso firmemente.
-¿El o tu?-, preguntó Dillon intentando bromear pero la cabeza le latía horriblemente, Sam torció la boca y salió de la barra.
Suspiró y tomó dos vasos de la estantería baja en al barra y al levantar la mirada el pulpo estaba frente a el, con la cara contraída con el enojo contenido.
-¿Tu y tu compañerito siempre están arrebatando a las mujeres de otros?-, preguntó con lo que intentaba ser una conversación casual
-No se a que se refiera-, comenzó Dillon sin prestarle mucha atención.
-Claro que lo sabes idiota-, espectó entre dientes, obviamente molesto por que no lo habían dejado terminar su tenebrosa conquista, de verdad había tipos patanes en el mundo. Dillon respiro hondo
-Mira, según como yo lo veo, ella ya no esta aquí, puedes terminarte la cerveza de la casa y volver a divertirte o salir de aquí del brazo de Frank-, el señaló la botella que había puesto delante de el y después a Frankie que ya se acercaba junto a Sam.
El tipo levantó las manos, tomó la botella y se perdió en el mar de gente.
-Idiota-, murmuró Sam entrando de nuevo detrás de la barra.
-Como sea-, siseó Dillon ya sobrepasado su limite.
-¿Que pasa?-, preguntó su aprendiz
-Nada, me iré a casa, ¿podrás terminar sin muchos cristales rotos?-, preguntó mientras el chico hacia una mueca, no espero mayor respuesta, al fin y al cabo en primer lugar había pedido no trabajar ese día, lo hacia mas como un favor que por la paga de esas horas.
Fue hacia el pequeño almacén detrás de la barra, era un espacio amplio con un escritorio en el medio y un cristal de doble vista que a el aun le permitía ver a Sam trabajar pero que permitía a nadie observarlo, un escenario muy policial, suprimió el pensamiento y la estupidez de estar algo obsesionado por una chica como la poli, una chi…no, una mujer que no era una princesa en busca de un héroe como la chica de Sam, una mujer que sin duda no lo necesitaba a el.
-¿Por que habría de necesitarte?-, murmuró para si, tomando su mochila y colocándose la chamarra con movimientos bruscos, definitivamente lo mejor seria estar en su cama y dejar de pensar.

***

Aby estaba dirigiéndose a su bar favorito mucho antes de que siquiera pensara en que ahí terminaría el largo día que había sido aquel, ha decir verdad estaba cansada y solo deseaba un baño caliente, no había podido terminar el reporte de un caso pendiente hasta cerca de media hora antes y lo único que deseaba era relajarse, pero sabía que no podría hacerlo por que llevaba días dejando un tema en el cajón del después...estaba eludiendo a Di, lo sabia, aunque no comprendía muy bien el por que, habían pasado dos semanas desde "ese baile" y aun sabia que eso no tenia ningún significado oculto, sin embargo no lograba imaginarse yendo de nuevo y pidiéndole un trago sin pensar en como se sentía con el del otro lado, con el junto a ella, no había tenido que medir si era un polvo de una ocasión  o si era un idiota que jamás se llevaría a la cama.
El había sido un amigo compartiendo un baile sumamente agradable, había sido un hombre al que ella no estaba midiendo pues confiaba en el, y eso la aterraba, Dios, no sabia nada de el salvo, bueno lo obvio, era barman y era simpático y guapo y siempre sabia que decir cuando necesitabas algo que oír, simple, era bueno en su trabajo, y feliz de ser un barman día tras día, o eso creía ella.
Lo cierto era que no importaba mucho, pero no iba a seguir evitando el encuentro, al final cuando todo volviera a la situación habitual ese cosquilleo en el cuello al pensar en el se iría.
Su auto entró en el área de estacionamiento del bar mientras miraba a un par de tipos alrededor de otro hombre, al parecer una pelea cerniéndose al costado de la entrada, Aby estaba aun lo suficientemente lejos para no distinguir nada mas que unas cuantas figuras masculinas así que estaciono el coche no queriendo que se alertaran y decidió que lo primero en hacer seria avisar a Frankie, antes de que la testosterona se saliera de proporciones, lo que siempre sucedía en una situaciones con hombres haciendo "círculos".

***

-¿Vas a encontrarte con ese culito bonito?-, preguntó el pulpo mientras Dillon trataba de recordar como era que había pasado de pensar en su cama y dormir a encontrarse rodeado por cuatro tipos.
Lo habían encontrado antes de que el pudiera alcanzar su motocicleta, sabia que solo tenía que acercarse un poco al área de visión en la entrada y Frankie captaría algo de la conversación, y asunto arreglado, pero los idiotas no se movían ni un centímetro.
-Creo que todo había quedado entendido adentro-, Dillon señaló hacia el bar y el pulpo rió.
-Claro que si mariposita, todo quedo entendido, pero solo quería que recodaras algo-, antes de que Dillon pudiera pensar el puño del tipo le había dado de lleno en el pómulo derecho, se hecho hacia atrás y su mano fue hacia el rostro mientras formaba un puño con la otra.
-Nadie me hace quedar como idiota, mejor le aconsejas a tu amiguito que no se meta en lo que no le importe para la próxima-, siseó el pulpo mientras Dillon escupía muy, muy cerca de su pie.
-Será mejor que te vayas-, le dijo entre dientes, el pulpo rió de nuevo y se acercó.
-¿O que?, sabes pensándolo bien creo que esperare a tu amigo y yo mismo le daré el recado-, aseguró mientras Dillon maldecía, al diablo los actos heroicos, Sam le iba deber una grande, lanzó el puño hacia arriba mientras la mandíbula del pulpo se movía gracias al golpee y se caía de trasero contra el suelo, hubiera sido el final si la cosa estuviera equitativa, pero no era así, dos pares de brazos capturaron sus manos mientras otro le daba un golpe en el estomago, el pulpo se estaba levantando y yendo hacia el con paso decidido, Dillon trató de zafarse y gruñó antes de ver la silueta femenina que su mente –que para su desgracia- reconocía tan bien detrás de los amigos de pulpo.
-Yo creo que ya estas metido en un buen lío como para soltar otro golpe-, le advirtió Aby mientras el pulpo fruncía el ceño y se giraba para mirarla.
-¿Y tu quien diablos eres?-, preguntó con aire de suficiencia, obviamente las mujeres sin pechos exuberantes, estilizadas y sin mechones de cabello hasta las caderas no le interesaban, mas idiota no podría haber sido.
Aby no contestó, miró ceñuda a los otros dos tipos mientras Frankie aparecía detrás de ella y un policía en ruta se les unía varios pasos después.
-¿Reportaron una pelea detective?-, preguntó el uniformado mientras Aby miraba al pulpo.
El tipo maldijo en voz baja y los otros dos soltaron a Dillon.
-Solo es un desacuerdo-, aseguró con las manos en alto.
-Que podrán arreglar con gusto en la estación-, señaló Aby mientras con una sonrisa sesgada le colocaba las esposas al pulpo.
-¿Y que si el empezó?-, preguntó tratando de soltarse, Dillon parpadeó cuando ella le dobló la mano en un arco no muy cómodo y el tipo siseó.
-Investigaremos esa teoría, Dios nos libre de condenar un inocente-, aseguró dejándole el demás trabajo al oficial, los amigos del pulpo habían desaparecido como por arte de magia, Frankie miró a Dillon un momento antes de que este asintiera y el cadenero regresara a su posición.
-¿Estas bien?-, preguntó Aby avanzando hacia el.
Parecía que la cabeza estaba a punto de estallarle y aun sentía un hueco en el estomago, por no decir que tenia sangre en la boca, no, no estaba bien, pero el verla ahí, era casi irreal, quizás se había quedado dormido, solo en un sueño la chica con la que estúpidamente te has despertado deseado es la misma que te rescata.
Dillon no se consideraba machista pero ya era suficiente que ella lo hiciera sentir como un adolescente a pesar de sus 28, no iba dejar que la humillación de ser la damisela en apuros llegara a más.
-Si, solo un golpee, no es el primero-, cortó mientras avanzaba hacia su motocicleta.
-Necesitas ir a la estación-, le advirtió ella mirándolo con el ceño fruncido.
-Claro Aby-, dijo el y ambos sabían que mentía.
-Disfrutara dando varias vueltas en la patrulla, Tay tiene que terminar su ruta, sin calefacción en la patrulla, extra oficial, pero la declaración de violencia valdría la noche en una celda fría-, murmuró ella.
-Quizás no sea para tanto-, espectó el.
-¿Como puedes decir eso?-, la voz de ella ahora tenía un tinte de molestia.
-Mira ha sido un largo día, y solo quiero una bolsa de hielo y una cama-, el levantó las manos y ella se acercó. Tomó las llaves que el tenia en las manos y lo miró molesta.
-Iremos a la estación y luego te llevare a tu casa-, expuso ella sin lugar a replicas, el solo se cruzó de brazos.
-No dejare mi motocicleta-, replicó
-Le diremos a Frankie que la lleve en su camioneta, ¿sabe donde vives o no?-, preguntó  mientras el estaba medio sorprendido de que ella supiera que clase de coche tenia Frank aunque por el modo en que había mirado su Harley no había sospechado el trasporte de el.
-Ni soñaría con arruinar tu noche poli-, dijo conciente de que se le estaban acabando los argumentos.
-No se lo digas al...chico pero no es muy buen haciendo bebidas-, aseguró mientras el sonreía sin poder evitarlo, Aby también sonrió, pareció una niña sabihonda, conciente de que había ganado.
-No has venido en unas… semanas, el ha mejorado-, murmuró Dillon en tono casual y ella se encogió de hombros.
-Ya tendremos tiempo de averiguarlo-, terminó comenzando a caminar hacia los autos en el estacionamiento, una parte de el solo la siguió como hipnotizado mientras que la otra apretaba la mandíbula con fuerza ante lo absurdo de la sensación bajo su piel, mala idea el golpee aun dolía bastante.

***

Muy pocas cosas sorprendían a Aby, se negaba a aceptar que Dillon Sommer se estaba posicionando a la cabeza de ellas, dejando de lado su actitud idiota sobre ir a la estación, después de levantar la declaración, habían ido hacia la dirección que el había recitado en voz baja.
El vecindario era por buscar una palabra: simplemente acogedor, parecía una imagen de esos anuncios con familias en los jardines, el había explicado casi como si pudiera leer sus pensamientos que había sido una herencia familiar.
Ella no había dicho nada, por que empezaba a sentirse estupida al considerarlo solo un barman, ¿Quien era Dillon?, lo mas sorprendente que aquello era que a ella le interesaba la respuesta, mmm, interesante, y aterrador hasta la medula.
Negó con la cabeza mientras bajaban del auto, no iba a dejar que esa línea de pensamiento siguiera, el la miró abriendo la puerta y ella pasó antes de que el pudiera despedirla, era como Alicia y el conejo, se iría, en un minuto, solo necesitaba ver la casa por dentro, como si eso fuera a develarle mas del hombre frente a ella.
Dillon enarqueó una ceja mientras cerraba la puerta a sus espaldas.
-No se por que espero que salgan una esposa y dos niños-, avanzó mas allá del pasillo en la entrada hacia la sala, parte broma, parte terriblemente su real pensamiento
-¿Que esperabas poli?, un almacén sin pintar-, murmuró Dillon mas para si mismo que para ella.
-¿Tienes hielo?-, preguntó Aby en cambio sin mirarlo demasiado absorta en los libros esparcido por la mesita de café y el sofá principal, había mas en un librero casi lleno y aparte de eso la sala estaba perfecta ordenada.
-Creo-, murmuró el sentándose sin mas en el sofá, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos, se miraba cansado y herido, y tremendamente sexy de un modo tan vulnerable que Aby corrió buscando al cocina en una casa desconocida.
No le costó mucho regresar con un trapo envolviendo unos cubos de hielo.
El seguía tal como lo había dejado y ella recorrió la imagen, los libros a su lado, los colores neutros de la decoración, todo parecía en su justo lugar, y le agradaba, mucho, no había soledad en ese espacio.
Avanzó hacia detrás del sofá y se acercó lentamente hasta colocar el trapo sobre la cara de forma cuidadosa, el siseó un momento y la miró a los ojos fijamente como si hubiera olvidado que estaba ahí, después se relajó cerrándolos de nuevo.
-Gracias, no es necesario que se te haga demasiado tarde-, comenzó el mientras Aby reprimía una mueca, gran forma de decirle que se fuera.
-Déjalo ya he visto que sabes leer-, bromeó pero el abrió de nuevo los ojos algo oscuro y filoso cruzó por sus ojos.
-No sabes nada de mi-, era una afirmación, no una pregunta.
-Lo se-, contestó ella y quito el trapo mientras se inclinaba un poco mas, ¡que diantre hacia!, Aby trató de detenerse pero ella se inclinó mucho mas hacia el, con sus rostro invertido tan cerca del suyo y sin mas pasó sus labios por los de el, la sensación era diferente pues sus labios se tocaban de forma desigual, su labio inferior contra el superior de el, era excitante.
-Ahora me gustaría saberlo-, susurró ella contra sus labios y el alzó su mano acariciando su nuca y acercándola mas, era el mejor beso que compartía en años, sus lenguas se encontraron lentamente casi como si no quisieran que el contacto terminara con la sensación, la humedad  parecía casi insuficiente y Aby comenzó a odiar estar separados por el sofá, no poder sentir su cuerpo…quería…quería…
-Agh-, el sonido casi fue un simple quejido sordo pero ellos se separaron al instante, Dillon tomó el trapo con hielos que ella había dejado en el sofá maldiciendo en voz baja, nadie dijo nada en el silencio incomodo siguiente y Aby recordó como había salido hacia dos semanas del bar, muerta de miedo de las sensaciones que el despertaba, sensaciones que la hacia sentir viva, tanto como nunca, sin vacíos.
Antes de que su parte lógica volviera a funcionar se inclinó y besó la cerca de su mandíbula.
-No más peleas Di-, musito al tiempo que caminaba hacia la puerta principal, sin mayores despedidas.

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6 Comentarios

  1. Hijole Cel, me dejaste.. bien prendida, jajaja (en el buen sentido) Se tranquearon a DI, pero bueno tuvo su premio al final, cortito pero lo tuvo. Me encanta verme de Poli sexy, jaja.

    Muy buen capitulo, tan esperado por mi.
    Besos.

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  2. holaa arrr me muero porque ese beso no hubiera terminado asi.. jaja mmm que lindo jaja me encanto cel!! de verdad!!! me dejas siempre con ganas!! eres dulcemente malvada!! jaja

    besitos!

    Mel♥

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  3. me encanta esta historia, ella es como super eindependiente y no le gusta y tener se tipo de sentimientos....

    es genial, espero el siguiente... XD

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  4. holaaaa me encantooo....me gusta mucho lap ersonalidad de aby y dillon tambien me gustaa estabaa medioo coladoo por laa polii como le dicee jajaja!!! bueno esee besooo ohh dioss ojalaa hubiera seguidoo...bueno besosss sonn espectaculares todas las historiassss !!!!! adiosss!!!

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  5. ahh pobre Dillon, menos mal llego aby, muero por que se conozcan mejor, me encanto el beso del final! Great!!

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  6. mellanie10:11:00

    hey!! genial aby es una caja de sorpresas definitivamente que bueno que llego a salvar a dillon si no pobrecito de el no hubiera podido darle el beso que le dio pero que nos quedamos con ganas de mas jiji
    genial!!

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Deja que fluya...