Más que Amistad
Más que Amistad. Cap VII,
La sensación de la calidez envolviéndolo por completo era extraña después de meses sin nada más que sus noches de frustración.
Cameron se permitió disfrutar del cuerpo calido pegado a su pecho, un instante solo un instante más.
Sus sentidos despertando lentamente, mientras sus ojos se abrían hasta que al fin estuvo despierto por completo.
Volviendo de aquel maldito sueño.
La realidad era un golpe duro, un maldita resaca emocional, su cuerpo reconoció al de Terri con cada curva pegada a su piel mientras su cabeza descansaba en el torso de Esteban, ambos dormían, Cameron se tensó por completo reviviendo los momentos pasados, miró su reloj sabiendo que no hacia ni siquiera una hora que había follado a Terrence…junto a Esteban.
Era imposible no reconocerlo con aquellos cuerpos desnudos desprendiendo tanto calor, Cameron alejó su mano, que rodeaba la cintura femenina, la que rozaba el otro cuerpo masculino como una caricia.
¡Que diablos!
Se levantó por completo de la cama, sintiendo su piel pegajosa y algo humedecida, maldición, ni siquiera había estado usando si quiera un endemoniado condón, ¿En que estaba pensando?
Recogió su ropa interior y se la colocó seguido por su pantalón mientras levantaba su camisa y salía de aquella habitación asfixiante.
Su cabeza palpitaba y su pecho parecía quemar más a cada segundo, nunca debía haberse quedado, nunca debió permitir que pasara.
Ahora no había posibilidad que el pudiera olvidar, que el pudiera mirarla sin recordar el mejor orgasmo de su vida, el mismo que había compartido con Esteban.
Gruñó deseando poder jalarse el cabello hasta que doliera lo bastante como para entumecer sus sentidos.
Aquella, sospechaba era la maldita diferencia, la idea de que no solo Terri si no también Esteban se había vuelto locos en la cama, con el, era insoportable.
Por que el aun recordaba la sensación de sentirlo penetrarla, de sentir el movimiento de la verga de su mejor amigo.
Se puso la camisa maldiciéndose, tratando de escapar.
-Cameron-, la voz a sus espaldas trajo imágenes que quería olvidar, deseándolo tan fervientemente como la había deseado a ella.
-Tengo que irme-, le espectó sin mirarla
Terri se acercó a el, llevaba una bata corta que dejaba sus perfectas piernas al descubierto.
-¿Qué pasa?-, su voz sonaba confusa y temerosa, el levantó sus ojos y aquella mirada de ojos verdes rompió una parte de la barrera que había creado en los meses anteriores.
-Esto…esto no debió pasar, ¡Dios!, ni siquiera nos protegimos Terri-, murmuró colocándose los zapatos y tomando el saco y la corbata olvidado en el sofá.
Terrence lo miró reprimiendo cualquier sentimiento y las lágrimas agolpadas en sus ojos.
Habría creído que algo en la forma en que ellos habían hecho el amor podría convencer a Cameron de no alejarse.
Incluso ella se había permitido imaginar una nueva posibilidad, poder encajar en un rincón de sus corazones.
Que idiota había sido.
-Pues paso, y no soy tan estupida con mi propio cuerpo, no tienes que preocuparte-, le recordó con la voz mas firme que pudo encontrar.
-Lo siento-, admitió el mirando hacia la puerta del departamento.
-¿Así que solo huirás de nuevo?-, preguntó ella con enojo
-No lo entiendes Terri, no quiero lastimarte-, admitió el pasándose una mano por el rostro.
Cameron se tensó al oler la humedad en ella aun impresa en su piel.
-Mala noticia Cam, lo estas haciendo ahora, y ni Esteban ni yo lo merecemos-, terminó mientras el tensaba la mandíbula
-El tampoco debió prestarse a esto-, continuó mientras ella apretaba los dientes acercándose con una mirada helada en sus ojos.
-No te atrevas a decirnos lo que debíamos hacer-, le espectó mientras Terri apretaba los puños sintiendo que nada de lo que hiciera podría cambiar al hombre frente a ella, estaba demasiado encerrado en si mismo, convencido de que lo que sentía era completamente incorrecto, y prefería negar a su corazón que freír su estupida cabeza.
Cameron la miró reprimiendo el impulso de acercarla y besarla hasta que dejara de mirarlo como si observara algo desagradable.
Se giró convencido de que ahora ya la había perdido también a ella, ni siquiera los recuerdos podrían contra aquella realidad.
-Necesitas hablar con el-, murmuró Terri mientras el se detenía aun dándole la espalda.
-No hay nada que hablar-, contestó cortante
-Mia no hizo aquel teatro por el, no quería saber los sentimientos de Esteban, quería comprobar los tuyos, ¿Lo sabes, verdad?-, replicó, con la voz helada, las palabras taladraron su pecho mientras se giraba lleno de rabia y decepción.
-¿Mia?-, preguntó aun cuando Cameron sabia que Terrence no tenía que explicar nada, no le costaba mucho imaginarla frente a su ex prometida obligándola a contarle todo sobre aquella noche.
-¿Sabes que es lo mas triste Cam?, que el único que no lo reconoce eres tu-, siguió ella mirándolo con los ojos cristalinos y las manos fuertemente apretadas en pequeños puños.
Algo en el estalló, ¿como podía ella hablar de sentimientos?, si hacia poco mas de una hora la había hecho suya, ¿como podía estarle gritando que el, el estaba enamorado de su mejor amigo?
¡No lo estaba!, no quería estarlo
¡No!
-Entonces de eso iba todo esto, ¿Dónde quedo lo de “esto es por mi”?-, imitó su voz inútilmente mientras se acercaba, la miró tensarse casi temerosa y el odió que le temiera, pero no podía detenerse.
-No tengo nada que aceptar, no hay ningún sentimiento que quiera aceptar cariño, no soy una maldito marica, no me interesa si Esteban jode contigo o con un maldito hombre, no me interesa si tu jodes con alguien, por mi esta a sido tu bienvenida y mi despedida-, terminó antes de que ella golpeara su mejilla fuertemente con la palma de su mano, su cabeza se giró hacia un lado lentamente mientras otras manos empujaban su pecho.
Esteban estaba ahí, frente a Terri; vestido completamente, los ojos prácticamente oscuros y los puños cerrados mientras las aletas de su nariz se abrían en cada respiración, debía parecer estupido con aquellos lentes sin armazón, pero se miraba como un hombre seguro de si mismo, con una confianza que Cameron jamás había sido testigo.
-¿Terminaste, idiota?, escúchame bien Cameron, Terri no se merece que le hables de esa forma así que será mejor que te vayas y para que te quede bastante claro, si jodiera con un hombre, jamás lo haría con un maldito cobarde-, le espectó con voz dura mientras se acercaba tanto que pudo sentir su aliento chocar contra su rostro.
Esteban se tambaleó hacia atrás cuando el puño chocó contra su mandíbula, los nudillos de Cameron ardían ahí donde el golpe había impactado, Terrence sollozó mientras Esteban se enderezaba mirándolo.
Con decepción, rabia y un dejo de tristeza en los ojos color miel, miró a Terri fugazmente y se dirigió a la puerta abriéndola bruscamente.
-Vete-, le pidió ella llorando en silencio mientras Cameron salía de ahí como si eso borrara todas y cada una de sus palabras y acciones durante la noche.
Condujo su deportivo hasta el loft donde vivía mientras el amanecer comenzaba a destellar en el cielo, difuminando el color oscuro de la madrugada.
Su garganta le ardía y sus ojos parecían querer salirse de su rostro, los había perdido y aquella verdad era insoportablemente dolorosa.
Eso era lo que el había querido, ¿cierto?, pues ya lo tenia, era definitivo, había alejado a las dos personas que mas amaba en la vida.
Por que amaba a Terri, lo supo solo de verla nuevamente frente a la piscina de la casa de su padre, pero al haber estado con ella, al sentir como se retorcía de placer en sus brazos, el no podía negar sus sentimientos, hacia ella o hacia Esteban.
Por que sus miedos eran verdad, por que a pesar de sus restricciones quería a un hombre con un sentimiento más allá del cariño fraternal, mucho más allá que el cariño que los había unido año tras año.
No sabia cuando había surgido aquel sentimiento, pero había sido tangible cuando Mia permanecía desnuda frente a su mejor amigo.
Ahora eso ya no importaba, había prefiero herirlos, al fin de cuentas era mas fácil.
Un corte más limpio.
Buscó su móvil y mando un e-mail a su asistente personal, por primera vez desde que era Gerente Administrativo de Publicidad Smith y Asociados la sola perspectiva de salir y pisar la oficina era imposible, terminó el texto avisando de su ausencia y sacó una botella de brandy de su mini bar.
Se sentó frente a la cama llevándose el licor a los labios, haciendo arder su garganta aumentando las llamas.
¿De que diablos servia admitir sus sentimientos?
Un maldito enfermo enamorado de sus dos mejores amigos.
Eso lo que era
Bien, no tenia por que preocuparse por ellos, ambos había disfrutado el uno del otro también, podía queredse y ser felices juntos, era mejor de lo que el había hecho.
Se llevó de nuevo la botella a la boca y bebió mientras su pecho anhelaba poder estar en aquel futuro al lado de Terrence y de Esteban.
Pero el lo había dejado claro, no con un cobarde, y Cameron debía admitirlo, eso era exactamente el; un maldito cobarde.
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5 Comentarios
Aaaaaaaaahhhhh!!!!! Que Gallina es Cameron, los alejo a los dos.... que mal.
ResponderEliminarCel... Eres tan cruel. Como escribes esto y esperas que pueda dormir sin terminar la historia eeeh??
Besos... tengo que leer. adios.
me gsuta muchisimo
ResponderEliminary mas por el echo q
pones la perspectiva de los tres
saludos
Cameron es un idiota!!!! ¬.¬
ResponderEliminar:3
Era el mismo cap 6 solo que en dif formato, o el sueño me hace aluzzinarrrrrrrrrr?? XD
ResponderEliminarNo me lo creo... como ha podido hacer eso!!!
ResponderEliminarAl menos a aceptado sus sentimientos que ya es algo...
Pues me voi a leer el siguiente a ver si se solucionan las cosas...-
Deja que fluya...