Más que Amistad, Cap V,

Cecilia Igaldi le había dicho desde niña que había dos clases de personas, las que amaban buscando ser felices y las que eran felices amando, su madre se lo había repetido más de unas cuantas veces pero Terrence no lo había entendido hasta ahora.
El amor era un sentimiento hermoso, al que la mayoría de las personas culpaban cuando no eran correspondidas, cuando sus propios intereses no eran satisfechos.
Varios días después de la confesión de Mia, Terri era capaz de mirar su reflejo y aceptar que se había enamorado de dos hombres, los niños que la habían hecho sentir capaz de todo a sus 12 años.
No era lógico, ni siquiera correcto o normal y no tendría su final de cuento de hadas.
Pero era ese mismo sentimiento el que la impulsaba a hacer algo, ayudarlos, buscar una sonrisa sincera destellar en los ojos miel de Esteban y los aguamarina de Cameron.
No, ella sabia que su amor quedaría encerrado en el fondo de su pecho, pero trataría que ellos reconocieran sus sentimientos, ella podía seguir adelante si sus amigos- los hombres que ella amaba- eran felices.
Esteban contestó su llamada al primer timbrazo del teléfono, aceptó sin preguntas visitarla después de la escuela, cerca de las 5 de la tarde.
Terrence llamó también a Cameron, omitiendo la conversación anterior y citándolo para la hora de la cena.
Les ayudaría a recordar, su amistad no podía perderse y su amor no era más que una consecuencia esperada, no un horrible y desastroso final.
Fue a un pequeño servicio a dos cuadras de su edificio y compró un par de cervezas y  refrescos para su pequeña reunión orquestada.
Dudaba que ellos pudieran comer algo en la misma habitación, pero siempre quedaba la opción del teléfono de la pizzería más cercana.
Seria un gran resultado si lograba que Cameron no saliera corriendo como venia siendo su antipática costumbre.
Regresó a su departamento, preparó un baño de agua caliente y pasó la siguiente hora tratando de relajarse lo suficiente para ser una amiga, no una mujer enamorada de quien no debía.
Cuando salió de la pequeña tina se envolvió en una toalla y cepilló su cabello secándolo lentamente hasta que quedo liso sobre sus hombros.
Se puso un vestido del mismo color verde de sus ojos y desistió de los zapatos mientras el timbre sonaba enviando un estremecimiento sobre su piel.

Esteban seguía creyendo que la llamada de Terri era mas bien una imaginación de su cabeza, había creído que ella no contestaría mas sus llamadas.
Pero ahora estaban frente a frente, se miraba hermosa en aquel vestido y salvaje sin los zapatos que estilizaban cualquier figura femenina.
Le sonrió sin poder evitarlo, deseando poder tocarla siquiera un momento, quería una oportunidad, solo deseaba una oportunidad.
Quería estar con ella y hacerla feliz.
Quería una oportunidad de amar…y ser amado.
Ella le miró con una sonrisa centellante y pasó sus ojos verdes por su suéter negro y sus pantalones de mezclilla, enviando pinceladas de deseo hasta su ingle.
-Gracias por venir-, dijo invitándolo a pasar, su departamento era espacioso, tenia pocos muebles, todos dedicados a la comodidad y la calidez, cada rincón gritaba su nombre.
-No hay nada que agradecer si deseaba hacerlo-, le contestó el mientras Terrence se sentaba en el pequeño sofá de la sala y lo invitaba a sentarse frente a ella.
-Lo se-, murmuró simplemente sosteniendo su mirada un largo momento.
-Siento lo que paso la otra noche-, se excusó Esteban mientras ella sonreía tenuemente.
-Ya todo esta pagado, yo no fui muy cortes; apague el teléfono después de que marcaras por tercera vez-, le replicó haciéndolo sonreír.
La miró pasar una mano por su cabello mientras continuaba.
-Necesitaba pensar, entender. Hace unos días conocí a Mia Lawrence-, explicó mientras Esteban se tensaba tomando aire ásperamente, el miedo a perderla a ella también, era insoportable, ¡No!, no podía permitirlo.
-No soy gay-, las palabras salieron de su boca mucho antes que el pudiera pensarlas, Terri no se alteró ni un solo segundo, se levantó abrazándose a si misma.
-Pero lo quieres, ¿no es así?-, le preguntó dándole la espalda, ella permanecía completamente serena como si su conversación fuera una disertación sobre el clima de la siguiente semana.
-Mia esta loca-, espectó apretando los puños desesperado por convencerla, por hacerla entender.
¡Ella era su oportunidad!
Esteban había vivido los últimos meses con los sentimientos quemándole el pecho, con la mirada de Karen cada día en la escuela recriminándole nunca haber luchado por su relación, pero el no podía culpar a la profesora, el había sido el que parecía una extraño en la cama, teniendo sexo con ella solo por tenerlo sin ningún sentimiento, engullendo sus pensamientos para que ningún nombre apareciera en su cabeza.
Esteban sabia que no era justo y la relación había terminado, pero la de Cameron y Mia no, ellos se casarían y Esteban no podía soportarlo y tampoco podía seguir ignorándolo, no podía seguirse mintiendo ante sus propios sentimientos.
Celos, desesperación, rabia
Había pasado mucho tiempo convenciéndose que solo estaba confundido, recordaba las palabras de Mia aquella noche, no había estado de acuerdo, las frases dichas con rabia, no alcanzaban a describir lo que el sentía.
No era un maldito homosexual de closet deseando meterse en la piel de la novia de su mejor amigo, jamás había visto a Cameron con…incontrolable deseo, jamás había tenido una erección solo con verlo entrar en una habitación. Si eso fuera así hacia mucho que se hubiera vuelto loco.
Pero el nunca pudo aceptar el pensamiento de Cam amando a una mujer, compartiendo su vida, todos y cada uno de sus aspectos, el matrimonio era algo definitivo, tajante.
Esteban podía con la realidad de su amigo saliendo con una y otra mujer, pero no con una a la que amara permanentemente.
Y después de que ellos rompieran su compromiso, no había vuelto a ver a ninguna mujer inseguro de sus propia identidad y sus propios deseos, se había obligado a dejar de pensar en ello y guardarlo para si hasta que había encontrado a Terrence nuevamente.
El la deseaba, cada momento que ella estaba cerca, eso era una realidad completamente comprobable.
-No has contestado, ¿Lo quieres?-, preguntó girándose frente a el, Esteban no abrió la boca, levantándose y acortando la distancia entre ellos para sostenerla de la cintura y acércala a su cuerpo, su cabeza descendió en un solo movimiento mientras ella entreabría sus labios tentadores, el le sostuvo el rostro con una mano, besándola despacio, rozando sus labios una y otra vez.
Terri no pudo evitar llevar una mano hasta enterrarla en su cabello rubio y con la otra quitar sus lentes para que el beso se profundizara.
El la invitó a abrirse con la exigencia necesaria para que ella gimiera lentamente y sus lenguas se encontraran probándose y deleitándose con aquel movimiento tan expresivo, sus cuerpos buscaron su propio roce, enalteciendo la excitación de ambos.
Ella rompió el beso jadeante, sintiendo aun su cabello entre los dedos.
-Contéstame Esteban, por favor, no lo evadas, no a mi-, murmuró Terri contra sus labio mientras el escondía la cara en la curva de su cuello.
-Cameron siempre fue como un hermano para mi, pero no podía soportarla la idea de verlo con ella, me estaba matando-, contestó respirando contra la piel femenina, mientras su erección presionaba la cintura de Terrence, sabiendo que ella podía sentirla contra si.
-Pero cuando ella le gritó que yo era un maldito marica, el solo escuchó las palabras “importantes”, se alejó como si el estar cerca le resultará repúgnate, ni si quiera pude desmentirla, no estoy seguro de hacerlo-, gruñó Esteban mirándola nuevamente, Terri negó con la cabeza aun sintiendo su respiración contra su mejilla.
-Quizás se alejó temerosos de lo que el pudiera sentirse igual, que para le también fuera confuso-, le replicó mientras el comenzaba a negar, no pagaría a nadie por aquella versión, Cameron jamás admitiría ningún sentimientos aunque solo fuera “ligeramente extraño”.
-Eso ya no importa-, murmuró Esteban mientras Terrence se alejaba saliendo de su abrazo.
-A mi me importa, si hay solo una posibilidad de ser feliz, ¿No la tomarías?-, insistió ella, Esteban la siguió acercando la delicada espalda contra su pecho
-Quiero ser feliz contigo-, susurró a su oreja mientras ella se recargaba en su cuerpo.
-Te quiero-, terminé el al tiempo que Terrence se giraba en sus brazos.
-Y yo te quiero a ti, pero también a Cameron, ¿Es tan difícil de entender?-, le preguntó esquivando su mirada mientras el negaba, sin poder replicar sorprendido de que aquella confesión no fuera dolorosa, para nada desagradable.

En el momento que Cam llamó a la puerta del departamento ella miró a Esteban tensarse, se había quedado sin mucho mas que unas cuantas palabras cuando le había explicado que el también estaría allí dentro de poco, tratando de hacerla entender que nada podía ser como antes, ni siquiera una simple amistad.
Terrence sabia que no seria fácil.

Cameron se había imaginado mil escenarios diferentes y la misma cantidad de razones para la llamada de Terri a su oficina, pero jamás hubiera creído que Esteban estaría con ella en su departamento, le invitó a pasar mientras sus pies se enterraban en el suelo como arenas movedizas.
-¿Qué es esto Terri?-, le preguntó furioso por que parecía ser el ultimo en el pequeño circo que los tres habían montado desde que ella regresó.
-Quería verlos-, le explicó simplemente
El se pasó una mano por su corto cabello leonino mirando fugazmente a Esteban tras de ella, mirando en silencio.
-¿Para tratar de arreglar lo que sea que piensen que esta descompuesto?-, le espectó con voz burlona.
-Para estar con los que consideraba mis mejores amigos, ¡Es tan difícil de entender Cam!, esto no es por ti, es por mi, ¿Crees que disfruté una cena de bienvenida repleta de el mundo en el que jamás encaje?, se que las cosas entre ustedes no están bien, pero ambos son importantes para mi, puedes irte si sabes lo que eso significa-, replicó Terri callando toda replica posible.
Cameron entró a su departamento y la miró esperando que ella continuara, se lo debía, y no deseaba irse, no deseaba separarse de ella y mucho menos dejarla a solas con Esteban, aquella situación era muy parecida a lo que Mia había planeado pero lo hacia sentir completamente diferente, todo su cuerpo parecía una varilla esperando el calor suficiente para derretirse.
Metió las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir  y ella le ofreció una cerveza que había estado esperando en la barra del pequeño desayunador en la entrada de la cocina.
Cameron la miró tomando un trago y después guió su rostro para observar a Esteban levantar su propia botella.
Deseaba encararlo y obligarlo a que desmintiera todo lo que Mia había dicho, pero Cameron temía la respuesta, fuera cual fuera.
Extrañaba hablar con el, extrañaba ser solo Cam, ni jefe, ni el querido hijo de Carol Smith, solo ser el mismo y que lo aceptaran así.
Aquello solo había sido posible con las dos personas frente a el, ni siquiera con la mujer a la que pensaba unirse de por vida.
-¿Y ahora que?-, preguntó a Terri con el tono demasiado cortante
-No lo se, siempre fuiste el cerebro del grupo-, contestó ella con una sonrisa, haciéndola parecer un hermosos sueño, provocando una reacción en su cuerpo y que se boca se curvara hacia arriba mientras Esteban sonreía.
Ya no había rastros de la niña que ellos había conocido pero sus ojos eran los mismos.
-Podrías comenzar  a explicar que hiciste durante los últimos 13 años-, propuso sentándose en el sofá frente al otro hombre –su mejor amigo- mientras Terri los miraba desde el desayunador asintiendo y bebió de su propia cerveza lentamente.
Cameron sentía el aire pesado y miró tragar a Esteban haciéndolo fruncir el ceño y clavándolo en aquel lugar.
A cada segundo sabia que seria muy difícil alejarse de nuevo, se lo que sea que pasara después.

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8 Comentarios

  1. Pobre Terri, amar y no ser amada... y peor aun a quienes amas se aman entre ellos. Yo no me trago el que Esteban no sea gay. Con el simple hecho de que al preguntarle si quiere a Cam evada la respuesta algo ya no anda bien.
    Seguire leyendo.

    Besos.

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  2. ...SIN COMENTARIOS AUN...
    VOLVEMOS A SER TRES ENTONCES...

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  3. Mmmm ahora la factibilidad del trio me parece mas factible, pero creoq ue siempre, terminara alguien herido, siempre.

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  4. Concuerdo con alguien sin comentariooos .. madre mia estabn y cam.-- sea como se - la belleza se admira en todos su empques .... madre esto me gusta soy muy pervertida o que?

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  5. wooooow
    q fuerza la suya
    para lograr admitir q le gusta ambos
    y uno de ellos tambein jaajaj
    saludos

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  6. no se que comentar, solo que quiero leer más Xd

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  7. Anónimo2:11:00

    Waaaaaaa...

    ¿Ménage à trois?

    OMG!, esto cada vez me gusta masssss!! jejeje aunque en estas cosas casi siempre algo sale mal, alguin con el corazón roto y asi, o esperaaaa! no recuerdo bien jeje eso es ya hace tiempo...y no estoy segura si era tuyo, si no, que ossso xD, pero creo recordar cierto fic, un OS de cierto trio de JxBxE...jejeje, dios muero por leer massss xDD, me voy por el prox!!^^

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  8. "había dos clases de personas, las que amaban buscando ser felices y las que eran felices amando" me ha encantado eso <3
    Y el capitulo wooo realmente a sido muy buena idea la de juntarlos, me gusta muchísimo Terri :)
    Pues sigo leyendo a ver que pasa

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Deja que fluya...