Bendito Castigo
Bendito Catigo
Capitulo 1
Notaba sus miradas, no eran deseadas, la confundían, la asustaban y hacían que su vientre pareciera un pozo negro lleno de magia negra, atrayente pero mortal.
Una mano cálida se posó sobre su hombro, inundándole paz con el solo contacto, su hermana de sangre, su persona más querida, le miró sonreír embelleciendo aun más su hermoso rostro, antes de acercarse para hablarle al oído.
-Los has hechizado.
Enero, 1825
“…jamás debes olvidar que ellos nunca te dañarían, eres su vida”
Como muchas otras veces Nana solo la había dejado confundida, la abuela comúnmente hablaba como alguien lleno de secretos y aunque Tamara debería estar acostumbrada, no podía evitar oír repetirse esas palabras una y otra vez en su mente.
Abuelita le había arruinado el viaje, la tranquilidad de viajar mirando los terrenos indómitos de los terrenos no habitados por el hombre a ambos lados de la carretera.
Despedirse de ella había sido duro de por sí, pero la conversación había sido algo mas, era como si se estuviera perdiendo de algo importante, algo que la abuela quería decirle y Tamara era demasiado lenta de entender.
Tenía que dejar de tratar de entender el nuevo acertijo de abuelita, al menos por ahora.
Cerró los ojos y apoyó la frente contra el cristal de la camioneta, la radio a un volumen muy bajo le parecía un ruido demasiado molesto, se estaba cansando de estar sola con sus pensamientos, le hubiera pareció igual que hubiera tomado el autobús.
Se cruzó de brazos con disgusto.
Claro que los dos brutos no se lo habían permitido. Al fin y al cabo se dirigían al mismo destino ¿no?
Harían la travesía del nido a la universidad, juntos…
Las palabras entusiasmadas de Alonso, no las de ella. Tenía que admitir que no le había costado mucho darles la razón, al final le agradaba la idea, pero entre la extraña conversación con Nana y la actitud de sus pecados, parecía que se volvería loca.
Miró hacia atrás, al hombre dormido casi placenteramente, Alonso se había montado al auto, buscado la posición más cómoda y ¡Adiós!
Si eso no era extraño, no sabía que lo era.
Giró hacia la ventana de nuevo y después a una copia idéntica del bruto dormilón, en el asiento del copiloto.
Comúnmente Tamara encontraba la tranquilidad al lado de Daniel, le permitía disfrutar de un silencio cómodo, de una sensación de paz y felicidad rodeándola, ahora su ceño fruncido había permanecido así por más de dos horas.
-¿Te preocupa dejar a Nana sola?-, preguntó
Daniel la miró y su cara fruncida se disolvió un poco dejándole entrever una pequeña sonrisa al mirarla, visible mas en sus ojos que en sus labios.
-Me preocupa quien se atreva a cruzarse en su camino sin nosotros para detenerla-, dijo en tono serio que a otra persona hubiera contrariado pues no comprendería que él estaba bromeado.
Ella sonrió negando con la cabeza y comenzó a jugar con la radio mientras pensaba la forma adecuada de formular la siguiente pregunta.
-¿De verdad querías entrar en la UE?-, murmuró mientras ella lo miraba por encima de los lentes.
Mucho se temía que la forma extraña de actuar de ellos y las palabas de la abuela tenían que ver con su decisión de asistir a una universidad a muchos kilómetros de distancia.
Por más que la entristeciera, parecía que ni siquiera sus dos mejores amigos, sus confidentes, sus pecados, podían entender su necesidad de mostrar que era capaz, su necesidad de mostrar que ella había crecido y que ya no era una huérfana indefensa a la que su abuela había acogido y adoptado por amar a su madre como a otra hija.
Daniel no le contesto de inmediato.
-¿Por qué no me preguntas exactamente lo que quieras que te conteste?-, replicó.
Ella rodeó los ojos, algo exasperada.
-No se contesta a una pregunta con otra pregunta, genio-, le contestó mientras Dan la miraba arqueando una ceja.
-Espera que le diga a Alonso que me has llamado Genio, me has dedicado un cumplido, estoy alagado.
De nuevo sus ojos sonrieron a pesar de su gesto serio.
Tamara se rindió sonriendo también. Respiro profundamente y siguió.
-¿Vienen a la universidad por mi?-, formuló en voz baja.
-En parte, si, en una gran parte, pero que no se te olvide que también necesitamos una carrera, a pesar de lo que creas Nana tiene dinero pero aun nos puede sacar de su testamento, necesitamos trabajar, ya que el veneno no ha surtido efecto en estos años-, le contestó, ella sabía estaba bromeado con la ultima parte, los tres adoraban a la abuela, Tamara pasó por alto el humor negro de Dan en estos momentos.
-No soy de cristal, me puedo cuidar sola, no tenían que hacerlo por obligación-, susurró mirando por la ventana. Luchando entre la rabia y la sensación de resistencia a alejarse de ellos, de ese instinto protector que muchas veces la había sacado de quicio, sería demasiado cómodo dejarse cuidar y convertirse una mantenida, ¿Hasta cuándo?
-A veces nos crees demasiado buenos y desinteresados, tonta-, le replicó Alonso desde atrás con una gran sonrisa estampada en su rostro.
No comprendió del todo el comentario, pero como Nana, Fonsi era muy misterioso.
-Tal vez no es porque tu no seas capaz Tami, quizás los incapaces de dejarte ir somos nosotros-, siguió Daniel con la vista fija en la carretera.
-No vamos a estar tras de ti, y ya nos alejaste bastante imponiendo la estúpida idea de que te quedes en los dormitorios-, terminó Alonso con una sonrisa torcida, contrario a su hermano gemelo, el sonreía incluso cuando estaba molesto.
Tamara seguía sintiendo esa extraña sensación de que estaba pasando cosas por alto, incluso tenía un horrible presentimiento, una terrible idea formándose en su cabeza, ellos le estaban ocultando algo.
Pero ocurrió lo que pasaba siempre cuando ambos estaban cerca de ella, mostrándole su completa atención, se olvidó de su enojo y de su confusión, al menos por el momento.
Viajaron otras dos horas de camino hasta vislumbrar los primeros edificios y almacenes que les daban la bienvenida a la civilización.
Tamara tomó otro sorbo del café que había comprado en la parada obligada de la carretera.
Alonso y Daniel discutían sobre la estación en la radio, una discusión en la que ella no se metería, porque era ridícula y porque siempre salía mal parada, sus pecados eran territoriales entre ellos y si Tamara tomaba un lado en la discusión el otro hombre se ofendía infinitamente, que tontería.
Se encogió en el asiento trasero al cual había sido enviada después de regresar del café y sin poder evitarlo volvió a repasar la conversación con Nana.
-Prométeme que te cuidaras-, le había pedido la abuela mientras se abrazaban sentadas en la que había sido la cama de Tamara por varios años.
-Seré prudente abuelita, no te preocupes-, aseguró ella
-No es lo mismo, Tami, la etapa que inicias es una oportunidad para aventurare, para vivir, disfrutar y permitirte ser feliz, equivocarte y recapacitar, no te estoy pidiendo que seas la niña buena que siempre has sido si eso significa tu infelicidad o tu….insatisfacción.
Para hacer constar, la única que se sonrojó fue ella.
-¿Cómo voy a “alocarme” con dos brutos a la espalda?-, preguntó ella en broma mientras la abuela reía y le acariciaba la mejilla.
-Nunca olvides que a veces necesitamos tener la mente abierta para poder abrir nuestro corazón-, una frase que no logró comprender, antes de poder preguntar la abuela siguió.
-Alonso y Daniel no son perfectos cariño, a pesar de que todas las muchachitas de por aquí lo crean, te darán problemas no lo dudes, mas de los que ellos imaginan, pero jamás debes olvidar que ellos nunca te dañarían, eres su vida.
Si alguna vez te sientes perdida a causa de ellos, siempre estaré para ti y siempre estará tu corazón, el siempre nos das la razón-, había terminado antes de otro abrazo.
Tamara suspiró bajito empujando las palabras al fondo de su cabeza, si abuelita quería que entendiera algo le había fallado, hasta ahora sabía que tenía permiso de ser una universitaria normal pero con la advertencia que sus guardaespaldas tal vez se lo impedirían.
Genial.
La realidad es que no entendía por qué tanto alboroto, al final no creía que su imagen fuera la adecuada para “despeinarse”.
Su coleta y sus gafas la habían seguido incluso cuando le salieron pechos y se le quitaron las pecas y los granitos de la cara.
No era un adefesio, pero tampoco le hubiera importando si lo fuse, estaba bien con su imagen, no era lo más importante.
Mucho se temía que los únicos alocados serian otros.
Los Gemelos Sin había sido prácticamente llorados cuando dejaron el pueblo, ambos apuestos, ambos inalcanzables, tan diferentes como la noche y el día y a la vez tan idénticos.
Tamara tenía una teoría al respecto.
Alonso y Daniel eran como los dos extremos de una misma persona, gracias a Dios no eran de esos siameses que terminan la frase del otro.
Era como conocer a un solo hombre pero con la posibilidad de ver las dos caras de cada moneda,
A ella aquello le parecía fascinante.
Dan era el callado, el pensativo e inteligente de un modo casi maquiavélico, también el del humor negro y sonrisas poco frecuentes.
Fonsi era el divertido, extrovertido y juguetón, el seductor declarado, donde el misterio de Dan atraía a las mujeres, el coqueteo de Alfonso lo hacía igualmente.
Sus pecados en definitiva experimentarían más que ella, de eso estaba segura, se dio cuenta que la discusión había terminado y la radio estaba apagada, Tamara negó con la cabeza y sonrió en silencio mientras esperaba que el viaje terminara y conocer a su compañera del dormitorio.
***
Alonso tomó una maleta en la mano y su hermano hizo lo propio con la otra más pequeña de Tamara y una mochila vieja pero muy querida de su extraña chica.
Entraron al edificio entre más edificios, en lo particular toda el área de dormitorios le parecía deprimente, Tamara debía de haberse quedado con ellos en la casa que él y Daniel había rentado cerca del centro ce la ciudad.
Pero cuando algo se le metía a la cabeza a Tamara Meridian nada se podía hacer.
Bien, solo era un cambio de escenario, podrían con ello.
Subieron las escaleras hasta el tercer piso y buscaron el número de habitación correspondiente, Tamara los miró entusiasmada parándose en frente de una puerta color café claro con el 315 A en números negros.
Tocó a la puerta dos veces y espero, balanceándose de atrás hacia delante clon los pies.
-No has logrado descifrar lo que quiere decir quieto, ¿verdad?-, preguntó su hermano a su lado,
Daniel era el tipo con el humor mas acido que conocía y si no fuera tan serio seria genial, solo Tamara lograba reírse de sus chistes salidos de una boca inexpresiva.
La puerta se abrió y una chica rubia con cargado maquillaje en los ojos y vestida con un corsé negro y falda a cuadros que solo tapaba sus muslos seguidos de unas botas de motorista los miró de arriba abajo.
-Necesito una compañera y me mandan a la bibliotecaria escolar-, gruñó la chica mientras Tamara suspiraba teatralmente y miraba a Daniel mortalmente seria.
-Y yo que creía que mi look aparentaba a una maestra, no una simple empleada de biblioteca-, susurro mientras ella y su hermano compartían una breve sonrisa.
Jodidamente perfecto. Le encantaba cuando le sonreía a él no a Daniel. Alonso alejó el ansia de competencia y el escozor de algo muy parecido a los celos y se centró en la situación.
La chica arqueó una ceja pero algo de su evaluación inicial cambió.
-Tami había pedido una vampiresa pero que se le va a hacer-, le dijo él a la rubia con una sonrisa
-Le dieron morticia escolarizada-, siguió el con una sonrisa mirando a de su hermano y Tamara a la chica.
En vez de ofenderse la rubia abrió la puerta por completo. Como si hubieran pasado algún tipo de prueba.
-Bienvenida biblio, esa es tu cama, ¿si sabes que tus perros guardianes no se puedes quedar, cierto?-, murmuró la rubia mientras Tamara se sentaba en la cama aun con una sonrisa que iluminaba toda la habitación, si le preguntaban a Alonso.
-Lo sabemos morti-, confirmó él mirando a la chica con otra sonrisa mientras le daba a Tamara un beso en la mejilla.
-Adiós Tami, tenemos que ir a por las croquetas-, murmuró Daniel antes de que ambos salieran de la habitación.
Daniel miró la pequeña casa que él y su hermano habían rentado y suspiró, se prometió que lograría que Tamara se mudara, lo lograría.
Alonso destapó una cerveza del six que había comprado de camino y prendió el televisor sin prestarle mucha atención a lo que presentaba el aparato.
-¿Seguimos con el plan?-, le preguntó tomando un trago de la botella.
-Sí, lo haremos, JUNTOS-, contesto Daniel recalcando la última palabra.
Alonso lo miró con una sonrisa engreída.
-Calma, ya sé que de hacerlo por separado, yo ganaría-, replicó
-En tu maravilloso mundo llamado imaginación-, murmuró Daniel antes de apagar el televisor y levantarse para dirigirse a su habitación y deshacer la maleta.
Lo tenían que hacer juntos, por el bien de ella y de ellos mismos.
Cel.
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16 Comentarios
Ame esta historia, desde ke lei el prologo keria el capitulo...
ResponderEliminarMe parece demasiado fascinante el hecho de ke gemelos kieran compartir algo...
Espero pueda subir el proximo pronto...
Saludos y nos leemos ^^
Lo ame *____________* pff creo que me identificare con esta historia D: tener gemelos que gusten de ti quizas paresca algo genial pero pff no lo es tanto :S es un lio enorme mas cuando tienes que decidirte por uno y ambos son tan distintos e iguales como dan y fonsi D:
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar@Andrea
ResponderEliminarporke decidirte por uno, si ella puede tenerlos a los 2 XD
jajajajja :$ :)~~
@tityscaya
ResponderEliminarQuizas no quieran compartir...quizas deban, no pierdas de vista los fragmentos introductorios...
Saludos!
@Andrea
Yo no podria decidir y creo que Tamara tampoco, jajaja pero si es un lio enorme...
ahhhhhhhhhh, me encanto, estuvo de lo mas el capi!!!
ResponderEliminarme encanta Alonso y Daniel, pero si tuviera que elegir, nose por quien elegiria... :)
Amo esta historiaa....! ufff Noc si pudiera elegir a alguno... como dice ella!! cada uno es el complemento del otro!!!
ResponderEliminarMuchisimas gracias por el capitulo Cel!! Estaba deseosa de leerlo *__* y puff quien no querría a unos gemelos... a esos gemelos *¬*
ResponderEliminarholaaaa...cuando lei el prologooo me encantoooo y este primerr capiii ufff estuvo espectacularrr yy buenoo veremoooss loss doss quiierennn muchoo a tami mmmm peroo bueno ella siempre puede quedarse con los doss jajaa...y las frases de la abuelaaaa me dejaronn pensandooo...besos y nos leemoss!!
ResponderEliminarJajaja me encanta la Abu!!! con sus consejos cripticos dema buenos... demasiado sabia *.*, los gemelos los gemelos... que no daria cualquiera por estar en el lugar de Tami, pero hay algo no? algo que es por lo que lo hacen? estoy paranoica? jajaja igual quiero mas!
ResponderEliminarAbuela bendita abuela sabia o es que cuando joven le pasaron cosillas similares quien sabe... como decía el personaje de la abuela en Diario de una Ninfomana, todo lo que hagas debe hacerte feliz y estará bien (desde que no le hagas daño a alguien)!!!
ResponderEliminarQue se puede decir, me dejas pegada como chinche! Y quiero ser Tamara, quiero dos para mi jejejeje y que digan "Te queremos para Siempre" woooowwwww , pues a ver que pasa con este TRIO, esa bibliotecaría enloquecerá y saldrá de la liga!!
Gracias CEL fabulantastico!
Wiii..!! es un trio ??... y la abuelita sabe todo..?? wow.. esta historia promete... Creo q me gusta mas Daniel..!! besos Cel me gusto el cap..!! bESOS
ResponderEliminarcuando el próximo cap??? me encanto!!!
ResponderEliminarchiiiccaaass!!! cuando van a seguir con esta historiaa!!! me encantooo :D quierooo seguir leyendooo :D ♥
ResponderEliminarjooooooooo, quiero leer más, pero veo que hace tiempo que no actualizais la historia. la habeis dejado o algo? realmente me desilucionaria y quiero seguir leyendo, porfis continuala cel, te animo a seguir escribiendola, porque realmente quiero leerla, =)
ResponderEliminarVaye.. vaya me encantaaa quoiero saber mas de estos dos hermanitos de la morti y de tami Cel gracias por continuar con nosotras
ResponderEliminarDeja que fluya...