Errores Cap V

Daniela miró hacia su edificio, las luces de la calle lo enmarcaban haciendo la estructura aun mas elegante en la oscuridad de la noche, Michel aparcó y apagó el auto mientras espera que ella se girara, ella lo sabía, lo conocía demasiado bien, pero aun no estaba preparada para verlo a los ojos mas de unos segundos, se sentía cruel y mentirosa, no debía de haber querido borrar el recuerdo de Alex con el y no debía haber fingido algo tan hermoso como el compartir el placer a su lado.
Michel la había rescatado, le había mostrado como vivir de nuevo, como sentir de nuevo, ¿Por qué tenia que arruinarlo?
Se obligó a mirarlo mientras el le sonreía.
-Preferiría haber dormido a tu lado esta noche-, le dijo con una media sonrisa que hacia su rostro aun mas atractivo
Ella lo sabía y quizás hacia unos días lo habría hecho, pero esa noche se sentía sucia, el solo tacto de sus manos le parecía insoportable, necesitaba perdonarse por lo que les había hecho a los dos al mentir haciendo el amor.
-Necesitas revisar tus diseños-, le recordó con voz casi maternal, se estaba asfixiando, necesitaba salir.
-Parece que trabajare hasta tarde-, suspiró el asintiendo mientras buscaba en el bolsillo de su pantalón y la miraba al sacar la pequeña caja que Daniela recordaba también, era la misma que le había regresado hacia poco mas de una semana al pedirle tiempo para pensar en su propuesta de matrimonio
-Antes que digas nada, solo quiero que recuerdes que te amo, eso no va a cambiar, no importa tu respuesta, el anillo es un regalo, mi regalo, es tuyo y no significa nada mas que una muestra de todo lo que significas para mi, acéptalo-, le pidió mientras Daniela lo miraba tratando de encontrar la fuerza para rechazarlo, para explicarle que le aterraba el pensar en volver arruinarlo todo, no lo merecía.
Michel limpió una lagrima que no había notado caía por su mejilla, sacó el anillo de la cajita y tomó una de las manos de ella que aun permanecían en su regazo.
Daniela se tensó mientras el acariciaba su piel con el pulgar, para su sorpresa depositó en anillo en su palma.
-Te amo-, repitió mirándola serio mientras ella se acercaba cerrando la mano en un puño sosteniendo el anillo con fuerza, se acercó y lo abrazó aun con mas ímpetu.
-Y yo a ti, lo juro-, murmuró en voz tan baja que no estuvo segura si le escuchó o no.
Se quedaron así mientras la respiración de Daniela volvía a ser acompasada, Michel besó sus labios un segundo antes de sonreír.
-Te llamó mañana-, le aseguró mientras ella asentía y salía del auto, aun con el anillo aferrado a su mano.
Sintió el aire fresco de la noche en su piel aun un poco humedecida, se limpió las mejillas de nuevo, llegó hacia la puerta de su edifico, la abrió y cerró tras de si con movimientos casi automáticos, su cabeza latía de forma insoportable y su pecho ardía mas hondo que algo puramente físico, decirle que si a Michel seria su oportunidad para ser feliz, ¿Por qué no podía hacerlo?
Necesitaba tiempo, pero la aterraba pensar que el se cansaría, que daría la media vuelta, Daniela lo necesitaba, como necesitaba el aire, era el único que aun le recordaba que podía ser la que mereciera la sonrisa y no la mirada llena de odio o lastima.
Era mejor junto a el.
Levantó la mirada para observar las puertas del elevador comenzar a cerrarse, corrió para alcanzarlo sin siquiera considerar las escaleras, solía subir por ellas pero solo quería terminar el día, Chester la esperaba con Esther en la segunda planta, desde ahí tomaría las escaleras.
Entró apenas, con las puertas cerrándose a su espalda y su sangre se heló en el instante que miró a su ex esposo mirándola fijamente como si no esperara que ella fuera real, Daniela deseó concederle su deseo y desparecer, sus piernas se mantuvieron firmes por muy poco, desvió la mirada mientras presionaba el botón del segundo piso.
Alex cargaba dos bolsas de supermercado, ella se abrazó a si misma apretando los puños, el fino diamante del anillo de Michel se clavó contra su piel, las lágrimas se agolparon en sus ojos.
-¿Te imaginaste la escena?-, preguntó el, sobresaltándola y rompiendo el silencio que los mataba a ambos
Daniela entendía aquella necesidad de traspasar el aire asfixiante pero el desden en la voz de Alex le recordaba una época en la que hubiera hecho cualquier cosa por no escuchar ese tono en sus palabras
-No tiene caso hablar de eso, ¿o si?-, murmuró ella
-Supongo que no, arruiné todos tus perfectos planes, ¿verdad?-, respondió el encogiéndose de hombros.
Daniela cerró los ojos y trató de no pensar en esos planes, como los llama el, en todos los sueños que había perdido, en todo lo que se le había escurrido entre los dedos.
-Es otra vida, ahora tienes una nueva a mi lado, cada etapa es un nuevo comienzo-, recordó las palabras de Michel mientras se obliga a mirar al hombre que había amado tanto que había tenido la capacidad de destruirla por completo
 -Es mas fácil odiarme a mi que a ti mismo Alex, y acepté el sentimiento hace mucho, pero voy a empezar de nuevo-, le murmuró en voz baja
-Empezar de nuevo-, contestó el con burlona mirando a Daniela con desden -…y ¿a quien planeas manejar ahora?-, preguntó mirándola fijamente
-Voy a casarme-, le dijo sosteniendo el anillo con fuerza contra su mano, quería demostrarle que no estaba vencida,  el elevador se detuvo y ella salió en cuanto las puertas abrieron sin pensarlo un solo momento.

Alex miró las puertas del elevador cerrarse pero el solo oía una y otra vez las palabras en su cabeza, ¿casarse?, apretó los puños y sus mandíbula dolió mientras todo su cuerpo se tensaba, no, ella no podía ser feliz, no podía haber olvidado todo lo que había provocado y empezar de cero, que no se daba cuenta lo que sus mentiras y engaños habían provocado, Carla creía que su hombre perfecto la engañaba y el, el se había quedado vacío después de haber tocado la felicidad con los dedos, no, Dana no merecía ser feliz.
El elevador se detuvo en su piso y el salió hacia su departamento abriendo la puerta con fuerza contenida y cerrándola a sus espaldas, dejando las bolsas en el suelo sin prestar atención, miró los papales del trabajo esparcidos en la mesita y se sentó frente a ellos en el sofá tratando de controlarse.
Una intención completamente inútil.
Ella no podía olvidar, el daño, la felicidad robada, ella no podía olvidarlo a el, no podía sacarlo. Después de aquellas palabras la odiaba mucho mas pues ella aun seguía clavada en su mente como una semilla maldita.
Miró los documentos de nuevo deseando poder asegurarse que no importaba pero sus pensamientos estaban ya muy lejos del presente.

Le dolían los ojos de tomar notas casi toda la tarde, se levantó mirando su reloj, faltaba media hora para que la biblioteca cerrara, al menos en esta ocasión no tendría que correr para no quedarse encerrado dentro.
Levantó los libros que había ocupado y colocó encima su cuaderno de apuntes mientras salía del cubículo individual en el que se encontraban.
Un solo paso fuera de esta fue suficiente para que algo lo arrollaran haciendo que soltara los encuadernados y sus pies trastabillarán, un quejido femenino y suave cruzó el silencio seguido de una maldición un poco subida de tono, sonrió sin querer enfocando a la mujer caída a sus pies.
Daniela lo miró desde abajo apartando el cabello de su rostro.
-Lo siento no te vi-, se excusó ella cuando lo reconoció, una sonrisa bailó en sus labios, pero al instante la borró mientras se hincaba comenzando a recoger los libros, el se agachó junto a ella.
Su cuerpo pareció cobrar vida, como siempre que la veía, Daniela Jons, Daniela, Daniela, ¡la compañera de su novia!, la mesera desconocida que lo había dejado cautivado una noche muy parecida a esta, le gustaba, lo había aceptado para si mismo, y su cuerpo lo aceptaba también, cada milímetro de su piel llameaba solo de pensar en ella, Alex negó con la cabeza empilando los libros mientras ella levantaba su rostro para mirarlo, el movimiento dejó sus caras tan cerca que pudo percibir el aliento fresco de ella que se deslizaba a través de sus labios
Su mente le gritaba que se alejara pero solo pudo mirar aquéllos ojos verdes intrigantes y expresivos.
-¿Por qué tanta prisa?-, le preguntó en tono bajo
-No me había dado cuenta de la hora, entró a trabajar en la cafetería en 20 minutos-, contestó ella aun sin moverse, cada palabra pareció una caricia en sus labios, aquella hermosa mirada verde se deslizó en cada palmo de su rostro hasta colocarse en sus labios, su cuerpo clamó y su corazón comenzó a latir mas rápido, después ella desvió la mirada y se dispuso a juntar sus libros.
Ni siquiera lo pensó, solo tomó su nuca con una mano y la acercó buscando sus labios, los encontró entreabiertos por la sorpresa, húmedos y deliciosos, la besó con desesperación y ansia, y ella, le respondió de la misma manera, tocando su cabello y enredando sus manos alrededor de su cuello.
Jadearon en busca de aire mientras seguían besándose intentando saborear el uno al otro, ella sabía besar y era tan excitante que sus manos vagaron por los costados del cuerpo femenino mientras ella se apretaba contra el solo por un instante….
-No-, susurró  ella separándose, sus ojos muy abiertos y sus labios hinchados, las luces superiores de la biblioteca comenzaron a apagarse.
-Lo siento-, murmuró el mientras ella se levantaba, el la siguió maldiciéndose por lo bajo, que diablos le pasaba, jamás le había hecho algo así a Carla, ¿como arreglaría ahora las cosas?
-Lo siento, es solo que…-, comenzó no muy seguro de cómo continuar, no seguro en lo absoluto
-Me tengo que ir-, interrumpió ella sin mirarlo.
Alex había estado jugando con fuego, lo sabía, yendo a la cafetería solo para mirarla cada que tenia la oportunidad, no había querido herirla, pero sabía que seria un idiota si dejaba que las cosas llegaran a mas.
-Lo siento Dana, no volverá a suceder-, le dijo y ella asintió sin mirarlo siquiera, luego sonrió encontrando su mirada.
-Será como si nunca hubiera pasado-, le aseguró y lo dejo ahí de pie, inmóvil, sin saber si aquello era lo que realmente quería.

Daniela entró en su departamento abrazando firmemente a Chester, avanzó hasta su habitación y dejó a su bola de pelos sobre la cama, el perro se acomodó en el orilla, se sentó a su lado mientras se limpiaba las lágrimas que habían comenzado justo cuando había atravesado el umbral de la puerta.
Miró el anillo en su palma abierta y se aferró al último resquicio de felicidad que la vida le ofrecía, ella había intentando ser la artífice de su propio destino, buscar su felicidad por su propias manos y solo había encontrado el odio en el hombre que la había amado una vez con palabras, caricias y actos.
No cometería los mismos errores
La vida había colocado a Michel en su camino y ella no daría nuevos giros a la ruleta.
Se limpió la cara con el dorso de la mano y finalmente se colocó el anillo en el dedo indicado.

***

Ernest Simmons entró en el restaurante a primera hora de la mañana para un desayuno rápido, odiando el frío que ya calaba un poco mas en sus huesos, lo que daría por un desayuno en su casa, preparado en la estéril cocina de madera sólida.
Jamás lo admitirá, pero comenzaba a pensar en que cambiaria todo lo conseguido por un minuto sin la soledad ni restaurante impersonales.
Frunció el ceño, alejando los sombríos pensamientos mientras se sentaba en una mesa para dos y pedía un café a la mesera.
Quejarse no cambiaba nada, ya de el no se podía hacer nada, pero era en días como ese que toda su atención se enfocaba en Alexander, el siguiente en su puesto en la fiscalía, Alex era brillante en su trabajo y Ernest siempre había reconocido sus capacidades pero la estima iba mas allá de eso, lo consideraba el hijo que nunca tuvo y que siempre deseo, la realidad era que ambos eran muy parecidos, quizás demasiado, Alex llevaba mas tiempo solo del que Ernest no dudaría alguien debía soportar para volverse prácticamente un insensible como el.
¿Cómo hacerle ver que después no habría más?
¿Cómo hacerle ver que después de todo, la soledad pesaba tanto?
La mesera vino con el café pero su pie trastabillo, la bandeja se inclinó en un ángulo demasiado agudo y todo fue a dar al suelo, la joven hizo una mueca mientras comenzaba a juntar todo, Ernest se había comenzado a levantar para ayudarla pero una mujer vestida con una elegante combinación de pantalón negro y blusa verde de cachemir la ayudaba sin pensarlo mientras la chica se dividía entre seguir juntando el desastre, agradecer y declinar la ayuda.
La mujer de unos cuarenta y tantos calculaba el, le sonrió, aquélla sonrisa calida le ilumino el rostro haciendo brillar sus ojos verdes y su cabello caoba casi demasiado oscuro...
-Tranquila, respira-, le dijo a la mesera mientras terminaban, la chica levantó la bandeja y la mujer le sonrió de nuevo, ella le devolvió el gesto sincero y se giró hacia Ernest
-Lo siento señor en un momento le traigo su café-, se apresuró a decir.
-No hay problema-, le aseguró y aunque hubiera estado bien una sonrisa el ya casi había perdido esa capacidad.
-Puedo invitarle una taza en mi mesa mientras se arregla todo-, propuso la mujer mirándolo de forma diplomática
-Seria un placer-, se encontró diciendo mientras la mesera asentía desapareciendo en solo un parpadeo.
-Fue muy amable-, aseguró Ernest
-Si has estado ahí, es difícil de olvidar-, murmuró ella en tono bajo, el la miró fijamente y por primera vez en mucho tiempo se encontró interesado por algo mas que no empezará con algún tipo de Ley
-Ernest Simmons-, se presentó extendiendo la mano mientras ella sonreía
-Marissa Jons



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7 Comentarios

  1. holaaa guauuuu que capituloooo...oseaa que danielaa vaa a acepatr casarce con Michel peroo nose creo que con Alex dando vueltas por ahi no le va a ser tan facill y Alexx que no quiere que seaa felizz que complicada la situacion entre estoss dosss...bueno el capi estuvo espectaculARRR!!!! nos vemossss unnn besooo!!!!!

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  2. Buenisimo como siempre me encanta!!

    aqui estare esperando el proximo..

    besitoo!!

    Mel♥

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  3. hola chica!!
    me preguntaba sí vas a seguir con las demas historias que empezaste aquí, especificamente con tradicion actuada.

    saludos

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  4. Que bueno que sigue esta historia!
    A ver si nos enteramos que pasó con estos dos, que se han hecho...

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  5. Quierooooo mas!!! jajajaj ya ando de exigente...Cda vez esto se pone mejoor mira que me hace vibrar u n buen, vr como el amor se vovlio algo que no quieren pero aun con amoor!!! Liis niña me tieens con los ojos megaabiertoos imagiandome que mas pasara con estos dos... sol digo no hagas sufrir a Michael no se porque me da la impresion que sera el que mas pierda ...xoxo

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  6. Anónimo22:55:00

    Leido y me encanto xD Espero ke publikes mas! estoy intrigada ke paso por lo ke se separaron y sobretodo l futuro de ellos

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  7. Awwww Buenisimoo.. jojo me encantaaa Hay Hay... ojala Actualices bn prontooo!! ufff

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Deja que fluya...