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-¡Lara, tu hermano llegó!-, gritó la madre de mi amiga desde la planta baja, ella pegó un brinco de la cama al suelo y me miró con una enorme sonrisa que poco teníamos la dicha de observar.
-Vamos, vamos-, me apresuró ella arrastrándome hacia las escaleras, me sentía algo fuera de lugar, Zack, el hermano de Lara, era cuatro años mayor que nosotras, por lo cual aunque lo vi varias veces antes de que se fuera a la universidad, no hablamos mucho, regresaba este fin de semana para el cumpleaños de su madre. Un viaje rápido de solo tres días
Quizás no me correspondía estar aquí para el encuentro familiar pero después del chasco en la escuela, de la vergüenza y la rabia, solo quería estar en un lugar seguro donde pudiera esconderme, la casa de mi amiga había parecido perfecta.
Lara y Peter me habían llevado a mi casa, estaba sola al medio día así que sólo tomé un cambio de ropa y le dejé una nota a mamá.
Bajé las escaleras después de mi amiga la cual abrazó a un hombre alto, con el cabello rubio ceniza y los ojos verdes idénticos a los de Lara, le sonrió y despeinó su cabello alborotado antes de notarme.
Zack Dawson había cambiado desde a ultima vez que lo vi, parecía mas alto, mas adulto, mucho mas guapo también, aunque el siempre le había hecho honor al termino “el hermano bueno de mi mejor amiga”.
-Nina-, saludó sorprendiéndome un poco por que recordara siquiera mi nombre.
-Hola-, murmuré medio sonriendo, antes de fruncir el ceño a las cejas levantadas de cierta rubia.
Me uní a la cena de festejo y miré a la señora Dawson partir el pastel, al final Lara dejó a sus padres en la sala y nos sacó hasta el porche para platicar, o más bien a oír hablar a Zack sobre la experiencia universitaria.
-Suelta todos los detalles jugosos-, le pidió su hermana mientras el sonreía rodeando los ojos.
-¿Crees que estoy loco?, sería darte ideas-, argumentó haciéndome reír, el me miró cómplice.
-Mas bien no quieres admitir que era un tipo aburrido que no sale a fiestas-, le gruñó su hermana mientras el reía.
-¿Parezco aburrido?-, me preguntó juguetón y yo solo me encogí de hombros divertida.
-He aprendido a que no se puede juzgar a la gente solo por lo que puedes ver-, le dije y el asintió mirándome un poco mas atentamente.
-Siempre supe que Nina te ganaría en ser inteligente-, le bromeó a su hermana mientras mi amiga asentía totalmente de acuerdo.
Hablamos un poco más entre bromas y recuerdos mientras por un momento me olvidaba de todo lo que había pasado en las últimas semanas, por un momento mi pecho se volvía más ligero, era como estar en paz y poder bajar a guardia.
-¿Tienes novia?-, le preguntó Lara mientras el enarqueaba una ceja.
-Hasta crees que responderé a eso-, murmuró Zack
-No te estoy diciendo que me digas si te acuestas con alguien, solo si sales con alguien-, explicó su hermana haciendo que ambos nos sonrojáramos a pesar que ella siguiera tan fresca como una lechuga.
-¿Cómo la soportas?-, me preguntó el.
-Es parte de su encanto-, le respondí mientras el levantaba su puño y yo lo chocaba divertida.
A pesar de no querer irme, el cielo hacia mucho que había oscurecido.
-Ya es muy tarde-, le dije a Lara mientras ella asentía algo descontenta por que era hora de que fuera a casa, la realidad es que hacia mucho que no me reía tanto.
-¿Te llevo a tu casa?-, preguntó Zack mientras yo miraba a Lara, sí, era una cobarde pero el era atractivo y simpático y yo no me sentía bien, ellos veía solo la cáscara de Nina, lo de adentro aun seguía recluido herido e indefenso. Aun seguía queriendo a Adam y odiándose por ello.
-Perfecto, tu la llevas y yo le ayudo a mamá a recoger-, propuso mientras yo la miraba con los ojos entrecerrados.

Zack condujo la Explorer hasta mi casa, los primeros minutos fueron de un silencio más bien debido a mi timidez.
-Y bien, ¿algo que me cuentes sobre mi hermana?, algo que sirva como soborno me vendría bien-, dijo sonriendo
-Le gusta el editor del periódico de la escuela, el es un chico muy simpático y a el también le gusta-, le dije, sintiéndome un poquito chismosa, bien, se lo merecía por mandarme a solas con su hermano, además no era como si ella pudiera negarlo, cada vez Peter lograba acercase mas.
En vez de burlase Zack solo sonrió.
-Me alegro-, murmuró mientras yo sonreí igual
-También yo-, le contesté
De nuevo hubo un silencio de varios minutos.
-¿Y a ti te gusta alguien?-, preguntó mientras yo miraba por la ventana.
-Si, pero para que sea algo bueno deben de ser dos, ¿o no?-, susurré sin girarme hacia el.
-Que lastima…por el-, dijo al fin haciéndome reír.
-Un gran cumplido pero innecesario, no soy la reina de la escuela o algo así-, admití
-Y a quien diablos le importa, la verdad esta en el mundo real, después de las porristas y los equipos de debate, todos somos solo personas, y tu eres una persona bella e interesante-, replicó Zack antes de aparcar frente a mi casa
Lo miré creyendo cada una de sus palabras por un segundo, era imposible no creer a sus ojos.
-Gracias por traerme-, murmuré mientras el sonreía y me quitaba un mechón de cabello del rostro.
-Espero verte de nuevo antes de irme, tal vez podríamos hablar mas, cuando vivía aquí casi nunca lo hicimos-, explicó, pensaba en una respuesta justo antes de verlo fruncir el ceño.
-¿Quién es?-, preguntó mirando hacia mi casa.
Me giré deseando que no fuera quien yo pensaba.
Adam nos miraba a solo unos pasos de mi porche.
No contesté a la pregunta de Zack y el no insistió, bajó de la camioneta y abrió mi puerta para ayudarme a hacer lo mismo.
-Gracias-, murmuré de nuevo mientras el echaba otro vistazo hasta el chico malhumorado que nos observaba a cierta distancia.
-¿No tendrás problemas?-, pregunto y yo sonreí sin humor, no mas que los que ya había tenido.
-No, no te preocupes, estoy en casa-, le susurré antes que el asintiera y subiera a la camioneta, alejándose lentamente como si aun no estuviera completamente convencido que fuera buena idea dejarme a solas con el.
-¿Por qué no solo puedes dejarme en paz?-, murmuré cuando Adam caminó hacia mi, el negó, acercándose todavía mas, yo ya no tenía fuerzas para alejarme, ya no entendía nada.
Tomó mis brazos, sin presionar, solo para sentir el calor de sus manos a través de mi blusa.
-No quiero-, dijo en voz baja, dolida.
-Adam no se por que ahora te comportas así-, admití bajando la mirada hacia su camisa arrugada.
-¿No lo sabes?, odio mirarte tomarle fotos a ese idiota, odio mirar que otro se despida de ti, ni siquiera se quien es ese…me muero de celos, si eso era lo que querías conseguir, lo hiciste, lo hiciste-, murmuró antes de unir nuestros labios, tan rápido que solo fui conciente del movimiento hasta que su boca rozaba la mía, a pesar de sus palabras y el tono de su voz, su beso era delicado, lento, casi perfecto, mi estomago dio un vuelco, las lombrices se movieron, aun dudosas, sus manos subieron a mi rostro mientras me acariciaba la piel de mis mejillas, me di cuenta que estaba llorando pero el no desistió… y yo tampoco, pues no eran lágrimas de rabia o dolor, eran lágrimas de rendición, mi cuerpo no tenía nada que hacer cuando el suyo estaba cerca, culpen al corazón.
Me abrazó mientras yo me sostenía de sus hombros.
¿Cómo luchas contra eso?
Ni siquiera mi mente ya podía argumentar que el no me quisiera, esto era diferente, el era diferente, y eso imposibilitaba mas pensamientos.
-Te quiero Nina, te quiero-, murmuró contra mis labios, antes de volver a besarme, esta vez no correspondí el beso consciente de esas ultimas palabras, el se alejó unos segundos después, cuando por fin alcé mi ojos hacia los suyos, su mirada era vidriosa, sus ojos anegados de lagrimas sin derramar.
-¿Cómo puedes seguir mintiendo?-, susurré tragando el nudo de mi garganta
-Yo no…-, comenzó antes de que yo negara poniendo dos dedos contra sus labios, a pesar de estar casi abrazados, sentía el aire helado a mi alrededor.
-No lo digas, no vuelvas a decir que me quieres, si alguna vez nuestra amistad significó algo para ti-, terminé mientras me disponía a entrar a la casa, el me detuvo, sujetando mi mano y atrayéndome de nuevo hasta estar lo suficientemente cerca para que tomara mi rostro entre sus manos.
-Te quiero-, gruñó mientras yo sollozaba.
-Eso no fue lo que le dijiste a Daisy-, murmuré sin poder detenerme, el se quedo estático un momento y su agarre se aflojo lo suficiente como para que pudiera alejarme unos pasos.
-¿Por qué no me dijiste que tu no me querías?, no era tan difícil, no me hubiera muerto Adam, era una posibilidad que yo tenía muy presente, pero me engañaste-, le dije con las palabras saliéndome a borbotones.
-Nin…
-Al final hubiera aceptado que solo podías ser mi amigo, pero ahora he perdido hasta esa parte de ti, ¿nuestra amistad no te impido burlarte de mi de esa manera?
-¡No quería lastimarte!, eras muy importante para mi, pero jamás…jamás había pensado en ti de esa forma-, explicó el con la voz extraña.
Negué incrédula, no podía estar habando en serio.
Miré movimiento en una de las cortinas del frente de mi casa, no faltaba mucho para que mamá saliera si seguíamos con así.
-Adiós Adam-, susurré mientras me alejaba unos pasos, su mano no me detuvo y aquello me sorprendió pues una parte de mi esperaba que lo hiciera, al final solo su voz me impido dar otro paso.
-Ya no estoy mintiendo, ojala pudieras creerme-, murmuró y me costó todo lo que me quedaba dentro para continuar caminando y no girarme de nuevo.


I never want to see you unhappy
I thought you'd want the same for me

Goodbye, my almost lover
Goodbye, my hopeless dream
I'm trying not to think about you
Can't you just let me be?
So long, my luckless romance
My back is turned on you
I should've known you'd bring me heartache
Almost lovers always do

Cel.