La Guerra del Amor I
Bando Uno
Mare
-Te lo dije muchas veces-, le respondí al móvil que estaba conectado a mi auto, el altavoz era muy eficiente cuando vas manejando.
-Todas se me olvidaron la semana pasada-, respondió el mientras yo rodeaba los ojos
-Porque no estabas pensando con la cabeza Anton-, le respondí mientras el reía
-No me importo-, contestó
-Ahora tendremos que encontrar otra cafetería-, le reclamé de verdad molesta
-No es para tanto Mare, pasara, siempre lo hace, lo sabes-, replicó con tanta naturalidad, era el mayor cínico del mundo y eso lo decía el segundo al mando, yo aun tenia a la molesta conciencia detrás
-Hasta que la pobre ilusa se suicide-, murmuré, el sonido de su risa inundó el auto haciendo reír a mi también
-Se que es difícil olvidarme, pero aun estas exagerando-, replicó y yo rodeé los ojos
-Cállate, estoy molesta-, le dije y era cierto, lo había visto filtreando con al nueva mesera de Peter’s Coffe, nuestra cafetería favorita, Anton había respondido, le respondería a cualquiera, si, mi amigo era muy fácil pero nada estupido y después de haber disfrutado y deducía que también haberla hecho disfrutar ya no había vuelto a llamar, era solo una vez y la equivocación era de la chica tonta de pensar en esperar algo mas, sin embargo ahora tendría que desayunar sola mientras el se mantenía a bajo perfil al menos por uno días
-Se lo deje claro cariño-, me explicó y yo me sentí un poquito, solo un poquito mas tranquila, sabia que Anton no era de jugar con las mujeres, era de jugar con el sexo, era libre y hasta el momento nadie lograría atraparlo, de nuevo la cazadora inexperta se había equivocado con el
-Se que las mujeres puede ser idiotas-, lo sabía por experiencia propia
-Espero que no haya una cerca, Mare para tu información eres mujer-, dijo con voz risueña
-Nos vemos en la oficina-, le dije seria, era verdad cuando le decía que odiaba desayunar sola.
-Me duele el látigo de tu desprecio-, fingió mientras yo apretaba el volante.
-IDIOTA-, susurré
-Yo también te quiero cariño-, dijo antes de que colgara la llamada, y yo quería a mi mejor amigo desde hace 10 años, pero quedaba implícito
Me estacioné en Peter’s y bajé de mi auto mientras alisaba mi vestido, eché el cabello hacia atrás y entré sonriendo a dos hombres de traje que esperaban el café, se veían tan chistosos con al boca abierta
Me senté en el lugar de siempre desde hace casi tres años y unos minutos después se acerco “la cazadora”, debía de dejar de etiquetar a la gente pero era un debilidad
“Karen”, leí en su placa y ella me sonrió mirando fugazmente el asiento vacío
¡Gracias Anton!
-Buenos días, ¿Qué te puedo servir?-, preguntó
-Un Affagato y un pieza de tarta de limón-, le respondí y ella anotó y se quedo ahí….esto seria complicado
-¿Mare cierto?-, dudo en hablar, asentí con la cabeza y ella se mordió el labio
-Anton vendrá...-, se quedo a medias y yo reprimí la ansias de bufar, esta me la cobraría con mi queridísimo socio
-No, aun esta de “guía de turistas”, ante ayer conoció a unas inglesas y sufrió una profesión nueva, ya sabes haciéndolas sentir a gusto-, la cara de Karen se contraía con cada palabra, me había pasado, lo sabia, pero yo también estaba molesta, ella asintió y se fue
Mi conciencia esa que aun a lado de Anton seguía dentro me decía que no podía dejarlo así.
Cuando la chica llego con mi pedido le hice una señal para que esperara.
-Anton no vendrá ahora, ¿lo sabes?-, le dije
-Si…-, sonrió con tristeza, al menos podía respirar mas tranquila no se puso a llorar con magdalena
-Ya que el provocó el embrollo y tu solo fuiste…estu…algo inexperta, que te parece si pasas por nuestra agencia y entras en un test, se hacen grupo con afinidades, y eso-, le dije y ella me miró confundida
-Mira es difícil de explicar-, le tendí una tarjeta y ella lo leyó
-He odio hablar de esto-, susurró con una sonrisa algo mas grande
-Pásate por ahí, te ganaste una membresía-, le respondí y ella asintió y se fue.
Genial ahora componíamos líos de aventuras, aunque si de verdad era cuestión de admitir ella no distaba mucho de una persona conocida por mi en el pasado, sin Anton quizás no estaría ahora dándole alguna oportunidad de ver las cosas mucho mas sencillas a Karen
El día que lo conocí creí que moriría, en realidad una terrible y estupida exageración, pero yo había creído como Karen que los hombres se comprometía, la verdad había visto muchas películas románticas, empezando con Disney, así que cuando encontré a Tom con otra chica en su cuarto y al empezar a reclamarle el me dijo con todas sus letras que solo era una aventura, pues yo si considera la muerta una opción.
Había perdido mi virginidad con alguien que puntuaba para ello, la verdad no había sido una mala experiencia, me había dolido mas perder mis ilusiones que la barrera física
Había corrido como posesa por el pasillo y Anton se atravesó en mi camino, como siempre quería pasar a sus anchas y yo en realidad no estaba mirándolo, así que al caer al suelo me solté a llorar de nuevo, mas y mas.
Solo de recordarlo hacia una mueca, por más venganza que Anton se mereciera, el haberme visto hecha un mar de lágrimas equilibraba las cosas
Me llevé un pedazo de tarta de limón a la boca y sonreí, siempre me recordaría ese día
El había tratado de calmarme pero al no lograrlo prácticamente me había levantado y llevado a la cafetería mas cercana, pedido una tarta de limón y un helado.
Me los jambé completos mientras el escuchaba, jamás entenderé por que se tomó tantas molestias, el decía que quería evitar que arrollará a alguien mas
La verdad creo que se harto de su solitaria sabiduría.
-¿Qué quieres hacer?-, me había preguntado, y como toda persona madura había respondido
-Cortarle el pe…-, soltó una carcajada y negó
-Jefferson sufriría pero tú no ganarías nada-, explicó
-¿Quieres venganza o quieres ser mejor que el?-, terminó y lo miré por primera vez de verdad, Anton era un hombre apuesto, en ese tiempo un chico que traía tontas tanto a animadoras como aficionadas a la biblioteca, que estuviera hablando así era increíble, extraño y refrescante
-Quiero ser mejor que el-, le había contestado y el sonrió, nuestra primera mirada de complicidad
Era el traidor más memorable de la población masculina, y me decía a mí que yo no defendía a las mujeres, en realidad éramos dignos de la mejor escuela de espías, contando los secretos mejor guardados del género opuesto.
Pedí la cuenta y Karen la tendió con una sonrisa, al menos en unos días Anton podría volver.
El móvil sonó al sacar la cartera, lo tomé y torcí los labios al ver el nombre.
-La verdad es que no me gustas tanto-, le murmuré al teléfono
Contesté dándole la tarjeta a la “cazadora” y escuché una respiración en el auricular que me causo ñañaras, estaba ¿emocionado?
-Hola Mare son Jeff-, saludó
-¿Jeff?-, me hice la desentendida
-Si…-, su voz se apagó de pronto
-Lo siento, no te ubico, puede recordarme por favor-, dije con voz suave e inocente, el tardó unos minutos en contestar
-Cla…Claro, nos conocimos en la pista de caminata del centro, soy doctor, te habías torcido el pie-, contó.
La realidad era que había perdido la dirección cuando miré a un corredor que iba delante de mi, vamos no soy ciega, y tenia muy buen trasero, esas… me torcí por andar de ojos sueltos, y Jeff, “el héroe”, había llegado a rescatarme
Pero aunque era atractivo se sabia hermoso, y no era para tanto, además que un hombre tuviera exceso de confianza era aburrido.
Para eso ya tenia a Anton de sobra, habíamos salido a comer, una vez, y lo había dejado a punto de un beso de despedida, no lo podía evitar me gustaba sentirme admirada, deseada, pero no iba a pasar nada mas con el “héroe”
-Claro, Jess-, dije su nombre mal a propósito, algún día alguien será cruel contigo, susurró de nuevo mi molesta conciencia
-Es Jeff, mira estaba pensando si…te gustaría salir a comer-, sugirió, mientas ya salía de la cafetería
-La verdad es que no, pero gracias-, contesté y el se quedo mudo, dos minutos, tres….
-Nos vemos-, musité y colgué
Pobre Jeff, mire la cafetería de nuevo y sonreí ante la idea que surgía en mi cabeza, tal vez la “cazadora” y el “héroe”, tuvieran mas cosas en común, cosas que harían mas sencillo mi trabajo.
Entré al auto y manejé las últimas cuadras hacia la oficina, el cartel enorme anunciando la escuela era acogedor solo de leer, era mi hogar, mi trabajo.
IDEAL
Era una idea loca, novedosa y muy, muy lucrativa, que permitía que Anton pudiera irse de vacaciones a México y a mi tener mi casa en el campo cerca de la carretera estatal, silencio, paz.
Entré y miré a Ava en la entrada, me sonrió y yo le devolví el gesto
Ya tenía sobre el recibidor los gafetes de las mujeres del nuevo curso, los miré y luego ella me tendió unos mensajes
-Buenos días Ava-, saludé
-Buenos días Mare, tienes tres mensajes, dos son solo citas privadas de ex alumnas, el otro de tu madre, ya sabes lo mismo de siempre, le dije que no habías llegado, preguntó que si Anton lo había hecho, le dije que no, ella se rió por el teléfono, ¿tu mama sigue esperando que salgan?, sabe que ambos se cuentan sus “experiencias” y se burlan de los pobres mortales, aunque hay que admitir que es demasiado complicado lo que sea que compartan, he tenido que cortarla por que John ha olvidado la paquetería que le había dejado en al mesa, es un despistado, solo por que es amigo de Anton, odio a los becarios-, terminó solo para tomar aire y yo sonreí tenuemente, Ava hablaba mas de los que aire en su cuerpo cabía, menuda e hiperactiva, con el pelo rojizo y rizado
-Hace unos meses aun eras becaria-, le dije y ella hizo una mueca
Debería de importarme que Ava hablara de sus jefes como el chisme semanal, pero si John era amigo de Anton, Ava era de las pocas mujeres en mi categoría de amistad femenina
-¿A que horas empieza el curso?-, pregunté para corroborar la hora
-A las 10:30-, respondió y yo asentí yendo hasta mi oficina, miré el mensaje de mi mamá, “Llámame”
-Para que vuelvas a decirme que mi conteo de óvulos esta bajando y quieres ser abuela-, murmuré al papelito y lo dejé en el escritorio, aunque no la llamara ella si volvería a hacerlo, preferí esperar.
Revisé mis apuntes y el manual que se entregaba en el curso, no garantizábamos felicidad o amor, solo que la mujer pudiera salir victoriosa de la guerra de sexos, yo era la imagen y Anton algo mas que la mente maestra en tondo esto, al arma secreta, poca gente sabia que el otro socio y fundador de IDEAL era un hombre
A las 10:31 me levanté para ir a una de las salas de juntas, Ava me dio mi taza de café y entré para mirar a 15 mujeres, los cursos se hacían con pocas personas para poder entender la característica de cada una y las expectativas, no era lo mismo querer conquistar a un hombre exitoso que aun mecánico lujurioso
-Buenos días-, saludé y todas me miraron, solo algunas contestaron otras estaban...con la boca abierta, primer error
Las complexiones, el color de cabello y de tez, la forma de reaccionar eran distintas, pero todas tenían potencial, no solo físicamente, el que estuvieran aquí ya era un paso
-Soy Mare Santos y por favor respiren, estamos el mismo lado-, les pedí y se rieron
-Bien, están aquí para conseguir convertirse en la mujer del sueño de un hombre en particular o de cualquier hombre pero como verán al buscarlo en un diccionario esto no es una ciencia exacta, y deben saber que esto debe ser mas por ustedes que por ningún otro, si lo hacen solo para agradar, puede salir y pedirle a Ava les de su reembolso, ustedes deben crecer y amarse primero-, dejé la taza en el escritorio y las miré de nuevo
-Para comenzar seamos claras ¿están de acuerdo?-, pregunté y asintieron contestando tenuemente
-Siento ser directa, pero quitar el velo de los ojos es la parte mas difícil-, pulsé el botón del pequeño mando a distancia para que iniciar la proyección que comencé a leer
Se han imaginado el día que conozcan al hombre de sus sueños, increíblemente atractivo, sexy, y que caiga rendido a sus pies en cuando las vea…
Bien olvídense de eso, ese día no existe, y ese hombre tampoco
Las miré ante algunas caras de perplejidad.
-Aquí no les vamos a contar una historia de amor, por que en realidad los hombres como nosotras son humanos, con errores y aciertos, las personas perfectas no existen, ni el príncipe Felipe, ni el Sr. Darcy, ni ¡Edward Cullen!, la literatura nos permite soñar pero al involucrarnos con un hombre debemos estar bien despiertas.
¿Así que ya despertaron o mando a Ava por cubetas de agua fría?-, bromeé y algunas se rieron tímidas mientras otras un seguían pensándolo, era la parte mas difícil del curso, pero sin ella no había ningún éxito.
Les di las dos horas de comida y me quede checando la presentación mientras oía a alguien que recorría una de las sillas.
-Hasta que apareces-, le dije y el se rió
-Tenia una cita en la revista “Only women”, tendremos una pagina de publicad-, me dijo y yo sonreí y me giré para mirarlo
-Felicidades-, le murmuré
-Te estaba escuchado-, me dijo y yo entrecerré los ojos.
-Sabes que no me gusta que lo hagas-, le contesté
-Solo comprobaba que cuidaras mi filosofía-, dijo encogiéndose de hombros y yo le tiré un plumón que esquivo fácilmente.
-Karen no se suicidara por ti, no la impresionaste tanto-, le repliqué y el sonrió.
-Mejor para mí, así podré desayunar mañana contigo-, me dijo y yo rodeé los ojos pero sonreí sin poder evitarlo
-Solo por eso me alegro que no hayas sido “impresionante”-, le dije y el negó con la cabeza.
-Vamos cariño, deja el veneno para la demás población masculina-, sonrió y yo caminé hasta la salida
-¿Comida italiana?-, pregunté
-Hoy es Sushi-, contestó rodeando los ojos
Lo sabia pero me gustaba corroborar que el también
Cel.
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7 Comentarios
Hola Cel!!!1 Aqui ando dandole un segundo repaso a mi historia favorita... y es que es imposible no ser atraido por estos dos. Me encanta.
ResponderEliminarwow!! Me gusta la de Anton y Mare. Es interesante que un hombre como él se haya portado tan bien con ella cuando la conoció.
ResponderEliminares muuuy buena idea esa de IDEAL.
Además la historia me parece realista, y eso me encanta!!
Nooo...un chico como Anton es de lo que ya definitivamente no hay!
ResponderEliminary Mare....unica!
hola chicas jazzy eres mi heroina junto con cunning las estuve buscando como loca hasta que di con el blog de cunning y bueno de alli para aca debo decir que soy fan 100 % de Edward y Bella, pero eso no quita que este abierta a nuevas historias y vaya que la guerra del amor si que esta buenisima es la primera que estoy leyendo denme tiempo para que pueda leer todas y creo que ya estoy mas que emocionada las adoro a lass dos son excelentes escritoras y creanme que cuando dejaron ff me senti fatal pero las vuelvo a encontrar y me encantan assi que espero que puede seguir escribiendo y leyendo y tiene razon las historias no deben centrarce en una pareja determinada y creo que aqui demuestran eso espero seguir leyendolas y un gran beso y abrazo las adoro a las dos saludos
ResponderEliminaresta excelente la historia...sus palabras son tan realistas...es lo que mas me enganchan...la verdad sus historias en este blog me fascinan sigan asipp....las apoyo en todo.....
ResponderEliminarme encanto la historia, escriben super bien y mi parte favorita fue lo del "el hombre de tus sueños no existe" una completa verdad, sigan escribiendo así y espero seguir leyéndolas
ResponderEliminarO.O
ResponderEliminarson los verdaderos Anton y Mare!! jajajaja yo creia que era la misma historia q estaba en FF, duh!
Waaa me encantaban sus frasesss y esta historia pinta divinoooo, me resisto a creer lo Edward cullen XDDD, super gnial! muero por ssseguirla! (k)
Deja que fluya...